BIENVENIDO A MI BLOG

En él cuento mi vida, pensamientos, recuerdos, un poco de todo, pero siempre con la verdad por delante y sin pelos en la lengua...

Si eres alguien con prejuicios, retrógrado, de los que pones etiquetas a las personas, puede que no te guste lo que leas.

Si tienes una mente abierta, tal vez aprendas incluso alguna cosa que no supieras, y no tengo problemas para aclarar dudas de todo tipo, siempre que esté en mi mano....

martes, 28 de diciembre de 2010

Feliz Navidad y mis mejores deseos para 2011

Este año no voy a cometer los errores de años pasados, que están los tiempos muy revueltos. Antes de enfrascarme en el montaje del portal me he informado de cómo está el patio y he desistido de antemano. 

 
Los angelitos están bloqueados en tierra porque la huelga de los controladores aéreos mantiene cerrado el espacio aéreo de Belén y a Herodes no le ha dado tiempo de decretar el estado de alarma, aún. 
 
A los Reyes Magos les han detenido a los camellos en la operación Galgo, acusados de tráfico de sustancias dopantes. 
 
A los pastores no les han pagado los corderos de este mes y se han ido a una manifestación por la subida de los precios de los piensos. 
 
A la mula la tienen arrestada en Barajas porque la han pillado con bolas de coca en el intestino en un vuelo procedente de Bogotá. 
 
Al buey lo está buscando la policía desde que el otro día fue a la Vaca Argentina, a la comida de empresa y todavía no ha vuelto. 
 
San José y la Virgen han pedido una cita en monitores, en la Seguridad Social porque les ha dicho el tocólogo que salen de cuentas a primeros de año y que si quieren coger los 2.500 euros, tienen que adelantar el parto, pero yendo a su consulta privada. 
 
Con estos follones me voy a dejar de tradiciones complicadas y voy a hacer como los americanos: pongo el árbol de Navidad y aquí paz y después gloria; pero cuál no habrá sido mi sorpresa cuando al empezar a montarlo, llaman a la puerta, ¡El Seprona! ¿Qué te juegas a que el puñetero arbolito es de una especie protegida y la he liado? Pues no... Me dicen que tengo que pasar por el cuartelillo porque han cogido a unos gitanos con cables de cobre robados y va a resultar que son procedentes de mis lucecitas de colorines. 

Como esto siga así, el próximo año talo el abeto y recalifico los terrenos del Portal, con lo que saque compro deuda pública (alemana) y me dejo de pamplinas.

.
 

SER PADRES EN 10 LECCIONES

1) Para vivir la experiencia del embarazo: cuélguese una bolsa de garbanzos
a la altura de la barriga, agregando un puñado todos los días durante nueve
meses. Luego de los nueve meses, abra la bolsa y retire el 90% de los
garbanzos.


2) Antes de lanzarse a tener hijos, busque una pareja que ya los tenga y
sométalos a estudio. Critique sus métodos para imponer disciplina, su falta
de paciencia, sus pésimos niveles de tolerancia, y por haber permitido que
sus hijos se porten como salvajes. Sugiera maneras de mejorar el
comportamiento de los niños a la hora de acostarse, ir a hacer pipí o
comer. Aproveche, será la última vez que tendrá todas las respuestas.


3) Para hacerse una IDEA de cómo serán las noches, consiga un almohadón
húmedo de entre 4 y 6 kilos, y recorra el salón llevándolo en brazos, sin
sentarse, desde las 5 de la tarde hasta las 10 de la noche. A las 10 suelte
el almohadón, ponga el despertador para que suene a las 12 y duerma. Cuando
a las 12 suene el despertador, levántese y vuelva a pasear el almohadón por
el salón mientras canta canciones de cuna en la oscuridad. Repetir a las 2
AM a las 4 AM y a las 6 AM. Opcional: a las 4 AM puede dar una vuelta en
coche con el almohadón. Siga esta rutina durante 5 años. Ponga siempre
buena cara.


4) ¿Es posible aguantar a los niños dentro de casa? Para averiguarlo, unte
nocilla en el sofá y mermelada en las cortinas. Esconda un trozo de pescado
rebozado detrás del equipo de música y déjelo ahí durante todo el verano.
Meta los dedos en las macetas y luego arrástrelos por las paredes más
Limpias. Dibuje encima de las manchas con lápices de color. Compre 5
cachorritos de doberman y déjelos retozar en su dormitorio.


5) Vestir a un niño pequeño es simple: primero, compre un pulpo, pídale al
verdulero una bolsa de red y trate de introducir el pulpo dentro de la
bolsa de manera que no salga ninguno de los tentáculos por los agujeros de
la red. No se aflija, le puede dedicar toda la mañana.


6) Niños en edad escolar: Guarde una caja de huevos (vacía). Usando una
tijera y unos rotuladores, conviértala en un gracioso cocodrilo. Ahora
junte un envase tetra-brik, una pelota de ping-pong y un paquete de
cereales vacío y construya una réplica exacta de la Torre Eiffel. Comience
este trabajo a las 11 de la noche, que sería la hora en la que se entera
que ES PARA MAÑANA. ¡Excelente! Ahora espere las críticas de la maestra.


7) Cambie el coche de dos puertas por una camioneta. Y no la lave nunca
más. Después de todo, es un auto familiar, sin valor de reventa. Compre un
helado de chocolate y aplástelo en la guantera. Meta dos monedas de 10 cts.
en el compact. Compre un paquete familiar de galletitas dulces. Macháquelas
un buen rato sobre los asientos traseros. Salga del coche, y  arañe ambos
lados del vehículo con la llave. ¡Perfecto!


8) Vaya al supermercado. Lleve consigo lo más parecido que encuentre a un
niño de menos de cuatro años (una cabra adulta es ideal). Si piensa tener
más de un hijo, lleve dos cabras sueltas. Haga la compra para una semana
sin perder de vista las cabras. Mantenga discusiones con los encargados de
seguridad del supermercado, subiendo en el escalafón (pero siempre sin
perder de vista a las cabras). Cuando llegue al gerente, cambie de
supermercado.


9) Darle de comer a un niño: Compre un melón, vacíelo, y hágale un pequeño
agujero en un costado. Cuélguelo del techo y déle un golpe para que se
balancee. Ahora tome un plato con puré de calabaza. Trate de meter
cucharadas de puré dentro del melón, mientras simula ser un avión. Siga
intentándolo hasta terminar la mitad del puré. El resto, viértalo sobre  su
regazo, y desparrame bastante en el suelo.


10) El aseo de la criatura: Consiga un gato adulto (preferentemente
callejero o semisalvaje). Póngase su mejor traje si es hombre o medias y
zapatos de tacón alto si es mujer. Llene la bañera con agua tibia y
juguetes de goma. Acto seguido introduzca el gato y lávelo con champú.
Luego de enjuagarlo y secarlo con una toalla, siga el procedimiento
indicado previamente con el pulpo y la bolsa de red. Repetir todas las
noches durante 5 años.


Si logra superar estos pasos, usted puede tener hijos cuando lo desee. El
resto es lo mejor que le podrá pasar en su vida.

sábado, 18 de diciembre de 2010

EL PELIGRO DE LA CARRETERA

Al haberme quedado sin trabajo, decidí sacarme el carnet de conducir.
Hasta la fecha no me había hecho falta, porque siempre me había apañado bien con los transportes públicos, pero en la población en la que vivo ahora no están bien organizados con los trabajos. Hay poca frecuencia, y tanto el inicio del servicio como el final no son compatibles.

Tenía claro, que si no tenía el carnet por alguna razón, me apañaría con una moto, tal y como hacía en mi época adolescente, aunque he de decir que tenía muchas dudas sobre donde guardarla, porque no tengo garaje y en mi barrio no abundan las plazas en alquiler ( o por lo menos yo no he visto ninguna).

Al ser ya mayor....he tardado 80 clases prácticas para aprobar el examen de conducir. El teórico me lo preparé por libre y lo pasé a la primera, con un solo fallo. Me puse eufórica de contenta ¡hacía tantos años que no aprobaba un examen oficial!.
Luego empecé con las prácticas, y hasta la número 40 no me presente al examen de conducción, el cual no conseguí superarlo hasta el tercer intento.

Como no tenía trabajo, pues tampoco tenía coche. Hasta que me salió uno pasados 3 meses de la obtención  de mi deseado carnet. Había pactado con mi padre, que llegado ese día, él me regalaría su coche, y así fue. Yo contaba que con ello, el dejaría de conducir, puesto que debido a su edad y estado físico no debería (tiene 80 años). Pero solo aguantó sin coche un par de meses, por lo que se compró uno pequeñito de ciudad, con cambio de marchas automático.
En septiembre le tocaba renovar su carnet de conducir, y aunque yo contaba con que no pasara la prueba, no fue así. Y es que está mal hecho este sistema.
El certificado médico para el carnet de conducir, deberían hacerlo los médicos de cabecera, que son los que realmente saben como están las personas y tienen acceso completo a su historial médico.

Como vi que había pasado esta prueba, pues invertí algo de dinero en arreglar mi coche (cambiar un faro, las correas de distribución, etc...).

Pero esta semana pasó lo que tenía que pasar (aunque nunca pensé que sería tan pronto).
Bajando la cuesta de una casita de campo que tenemos, mi padre perdió el control del coche. Se debió de poner nervioso, y no atinaba con el freno, por lo que se estrelló contra la verja de la entrada. Gracias a Dios que estaba cerrada, porque sino, habría salido a la carretera.
Esto ha sido un problema de reflejos, porque al coche no le pasaba nada, pero solo una persona mayor, puede bloquearse en una situación parecida y no atinar con el pedal del freno. Es verdad que un coche en punto muerto y cuesta abajo, coge gran velocidad, pero para eso están los frenos, tanto el de servicio como el de mano...

A él no le ha pasado nada, solo dolor de huesos. No tiene ni cardenales. Pero el coche se ha quedado hecho una pena.

En el caso de que lo arreglen (no tiene ni 6 meses, y está asegurado a todo riesgo), mi padre me lo regalará, y me encontraré en el dilema de tener dos coches. Uno de ellos con más de 10 años, y el otro nuevo, pero que parece de juguete, porque en el maletero no cabe ni una maleta, y las ruedas son muy pequeñas como para hacer un viaje largo.  Tendría que intentar que algún concesionario me los cambiara los dos por un seminuevo un poco mas grande (como el coche que tengo). Pero no sé si los concesionarios hacen esto, y yo no puedo poner nada de dinero. Tendría que ser una permuta total.

Pero por otro lado, existe la posibilidad que declaren al coche siniestro total, y no lo arreglen. Veremos que es lo que pasa.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

LA VIDA ESTANDO EN PARO

Es increíble, pero aunque no tenga trabajo, no me da tiempo a todo lo que quiero hacer, me resulta hasta estresante.
Cuando mi marido está en casa, procuro realizar actividades en las que no necesite levantarme del sofá, para estar el máximo tiempo posible a su lado.
Durante un tiempo me dio por bordar a punto de cruz, pero ahora a lo que me limito es a buscar trabajo a través de la web, mandando curriculums a cientos, etc.
Estas cosas las hago a la vez que vemos la tele. Grabamos las películas y series que nos gustan, y disfrutamos de ellas (sin anuncios) en nuestro tiempo juntos.
Ya no se lo que es ver la tele en directo (exceptuando las noticias), lo vemos todo grabado, y es que el I-PLUS es un gran invento, lo recomiendo a todo el mundo (es el nuevo descodificador del Canal Satélite).
Pero luego me queda todo el tiempo que estoy sola.
No me hace mucha gracia lo de tener que limpiar la casa habiendo cosas más interesantes que hacer, por lo que tengo que obligarme a mi misma a hacerlo. Cuando considero que ya no me puedo "escaquear" mas, pues le dedico una o dos horas y punto.

Ahora he descubierto esto del blog, y me tiene muy absorbida. He estado escribiendo en sus páginas durante horas, pero creo que debo intentar dosificarme  el tiempo para abarcar a más.

Por un lado, voy a empezar a ponerme en serio a estudiar Ingles. A ver cuanto aguanto, porque cojo las cosas con mucha fuerza, pero luego se me va quitando la motivación.
Tengo un curso interactivo llamado "Tell me more" que tiene muy buena pinta.

Mi marido escribe libros, y como no tenemos dinero para pagar un corrector profesional, antes de publicarlos, se supone que yo se los corrijo. Pero se me está acumulando el trabajo. No soy capaz de leer 10 páginas seguidas, e incluso se me pasan los días sin haber leído nada.
Así pasa, luego dice que soy una mala esposa, porque ni siquiera leo lo que escribe, y tiene toda la razón.
¡Y pensar que en mi época de estudiante me encantaba leer todo lo que caía en mis manos!

Así que se me pasa el tiempo volando. Llevo sin trabajar desde agosto y parece que fue ayer. Desde ese último trabajo, no he tenido ni una sola oferta de empleo, ni una entrevista, y estoy preocupada, porque mi prestación por desempleo se acaba en mayo. Dicen que van a quitar los subsidios por desempleo. Como sea cierto, no se como vamos a seguir viviendo. Mi marido solo hace dos meses que encontró trabajo, así que tampoco es que esté totalmente tranquila en el tema laboral.
A veces estoy muy preocupada por el tema, y otras prefiero no pensar, y decirme a mi misma que afrontaré los problemas cuando lleguen
A este paso me veo trabajando como empleada de hogar si no encuentro nada.
Este último año lo hice un tiempo, pero aunque no es que me disguste el trabajo como tal, lo que no me gusta es el régimen laboral que tiene. Está muy anticuado y tiene muy pocas protecciones para el trabajador. Y encima, la cantidad por la que cotizas a la Seguridad Social está limitada. No la puedes subir, y es una base muy baja para recibir una pensión o simplemente ponerte enfermo.

Siempre he defendido el derecho a trabajar de los inmigrantes, y mas cuando hacían el trabajo que no querían hacer los nacionales. A mi nunca se me han caído los anillos por trabajar en lo que hubiera, pero me estoy dando cuenta de que en la actualidad, en los trabajos del sector servicios y supermercados (donde de siempre era más fácil encontrar trabajo), lo que más abundan son inmigrantes.

Siento por quien le moleste, pero creo que para un puesto de trabajo, a igualdad de curriculum, deberían de contratar antes a un trabajador nacional. No den por hecho que los españoles vamos a querer cobrar mas o exigir más cosas. Por desgracia con la crisis, hasta nosotros nos dejamos esclavizar.....cobrar menos, hacer horas, etc.....

Y luego tampoco entiendo porque favorecen antes a un inmigrante desempleado que a un español.
Mi cuñado es viudo y con dos hijos. Se quedó en paro y agotó su prestación que era de pocos meses. Pues para el Estado, no tenía derecho a ningún tipo de ayuda. Y el no tiene ninguna pensión de viudedad ni sus hijos de orfandad ni nada por el estilo.
Cuando estuvo en la oficina del INEM, casi pega al de la oficina cuando le dijo que si fuera inmigrante, si tendría derecho a ayuda.....

Que quede claro que no tengo nada en contra de los inmigrantes, lo que no veo justo es que haya esta discriminación. Deberíamos ser todos iguales frente a la ley, y claramente no lo somos. Y entiendo que cada vez haya más xenofobia, porque el Estado la está favoreciendo....

lunes, 13 de diciembre de 2010

EL AMOR DE MI VIDA

Corría el año 1997. Yo trabajaba en un Cibercafé, y como tenía gran confianza con el encargado, cuando acababa nuestro turno de noche, nos quedábamos hasta las tantas, chateando en los ordenadores del bar (ya con la puerta cerrada al público).

Descubrí que si ponía como Nick un nombre femenino, me acosaban los privados, por lo que cogí el truco de poner un nick indefinido, y era yo la que contactaba con las personas.
De esta manera conocí a un chico, con el que chateé algunas veces, y que me resultó simpático.

Este encargado se fue, y durante bastante tiempo, no pude volver a conectarme. Hasta que me cambiaron el turno y me pusieron de mañana.
Cuando llegaba las cinco de la tarde, me enchufaba a los ordenadores un rato, y un día reconocí el nick de ese chico que me cayó bien meses atrás. Como no tenía experiencia en cambiar mi nick, me conecté al IRC con el que había usado la persona que anteriormente utilizó ese ordenador; le saludé para ver si me reconocía, y en cuanto le dí cuatro pistas, supo perfectamente quien era yo. Eso me hizo mucha ilusión, que se acordara de mi después de tantos meses.

Al principio chateaba con muchas personas a la vez, pero poco a poco, el chateo se limitaba a él. Cada vez hablábamos más rato. En el trabajo hasta que cerraban (unas 6, 7 horas seguidas), y luego incluso cuando yo regresaba a casa, hablábamos una hora mas por teléfono.

Todavía no nos conocíamos en persona, pero ya estábamos enamorados. Yo solo había visto una foto suya, y él todavía no había visto mi bonita cara.

Decidimos que nos teníamos que conocer, para ver que era lo que pasaba, porque si seguíamos en este plan, nos íbamos a arruinar con el teléfono.

En mayo de 1998 hubo un fin de semana, que pude organizarme para dar yo el primer paso. Nunca creí que podría llegar a ser tan valiente. Fue algo tan imprevisto y precipitado, que me llevé el equipaje al trabajo, e hice que un mensajero me llevase allí el billete del tren.

Habíamos hablado mucho de lo que haríamos en nuestro primer encuentro, y yo estaba muy nerviosa. Estuve durante el largo viaje soñando despierta, planificando lo que pasaría, pero a la hora de la verdad, me dejé arrastrar por mis instintos.

El estaba esperándome en el arcén de la estación, con una flor en la mano para poder reconocerle (yo le había enviado mis fotos por correo, pero todavía no las había recibido), y me dio un vuelco el corazón al divisarle.

Empezamos a subir por las escaleras electrónicas, y cuando él se dio la vuelta un momento para decirme algo, le planté un beso. ¡Nunca antes había dado el primer paso para besar a un chico!.

Durante esos dos maravillosos días, estuvimos todo el rato juntos, como una pareja enamorada, y él me pidió casarse conmigo. Ya lo había dicho antes de conocernos, pero en ambas situaciones, yo no le tomé en serio.....

Hubo un intento de sexo, pero no funcionó. El estaba incómodo (era la casa de su hermana), y no se le levantó.

En mi camino de regreso, me dio por pensar que no debía haber ido tan rápida, que tal vez le asusté y ya no quisiera volver a saber nada de mi. Pero no fue el caso.

Yo no volví a ir a verle, y él me visitaba un fin de semana cada 15 días. Cuando venia había algunos días que no salíamos del dormitorio, comíamos incluso dentro. A veces él me echaba en cara que no le sacaba a la calle, y yo en broma le decía que él venía a verme a mi, y que le quería para mi sola.....

Llegó julio, y me dieron vacaciones en mi trabajo, por lo que me fui a pasar el mes a su casa.
El vivía con sus padres, tenía que trabajar, y a mi me tocó dormir en el sofá. Pero eso no quitó que alguna vez echáramos un polvete en el salón mientras todos dormían, e incluso lo intentamos en el baño.
En Agosto él tuvo las vacaciones, y vino a pasar el mes a mi casa. Fue estupendo.

Pero a mediados de Agosto cerraron mi empresa y me quedé en el paro.

El regresó a su casa para incorporarse a la vida laboral.
Al poco de irse, como nos echábamos mucho de menos, nos planteamos la posibilidad de vivir juntos, pero no teníamos del todo claro donde. Al final fui yo la que dije de ir para su lugar de residencia.
Cuando toqué el tema de vivir juntos, él hizo un comentario de que sería un problema de aceptación para su familia, por ser todos muy religiosos. En ese momento me enfadé mucho, porque tenía la sensación de que me presionaba para casarnos o algo así.
A lo largo de esa semana, me dio por analizar los pros y los contras, y me dije, que total, si me salia mal, pues me divorciaba y punto.
Nuestra discusión fue un lunes, y el viernes ya habíamos decidido casarnos.

A mediados de septiembre de 1998, hicimos una reunión con mi familia en principio para presentarles a mi novio, con el que ellos ya más o menos sabían que me iba  a ir a vivir.
Estábamos todos en mi salón, cuando solté:
- Tengo que daros una noticia muy importante.
Mi padre cambió su cara. Por su semblante creo que pensaba que me había quedado embarazada.....
Todos se alegraron mucho por mi, y empezaron los trámites.
No teníamos dinero, por lo que la boda fue lo más económica que pudimos.

LA BODA

La noche anterior a la boda me robaron el monedero con mi DNI y las tarjetas de crédito, así que menos mal que no teníamos planeado viajar, puesto que estaba indocumentada....


Los anillos eran de mis abuelos ya muertos, y los adaptamos a nuestras tallas.
Los regalos para los invitados, los compramos en el "Todo a 100", y me entretuve en escribir uno a uno la fecha del enlace y envolverlos en papel celofán con un lacito, etc.
Para las fotos pedimos muchos presupuestos, y nos quedamos con uno de 100000 pts.
El restaurante nos costó a 5000 pts por comensal, pero estuvo muy bien. Incluso tuvimos baile y barra libre durante un par de horas.
Mi marido no tenía dinero para el típico traje de boda, y se puso un traje chaqueta normal, que le costó solo 15000 pts.

Me peinó y maquilló mi cuñada, y llevé el pelo suelto.
Fuimos en el coche de mi padre, el cual decoré personalmente con lazos de papel. (Me quedó bastante bien).

Las únicas flores que compramos fueron las de los ojales de los padrinos y mi ramo de novia

Nos casamos en enero de 1999, justo 6 meses después de habernos conocido en persona.

Dije a todos los invitados que necesitaba dinero y que no me regalasen cosas, con lo que de 100 invitados conseguí 700000 pts.

El banquete costó 500000 pts.
El fotógrafo hizo más fotos de las pactadas e intentó cobrárnoslas, pero le dijimos que no, que lo pactado era lo pactado, así que las fotos que nos hizo de más nos las regalo.

Al final del banquete, cuando estábamos descansando un rato  en casa, nos dimos cuenta que habíamos alojado a toda la familia que venía de fuera, pero que nosotros no teníamos donde dormir, así que nos pusimos como locos a buscar un hotel para pasar la noche de bodas, que por cierto, solo dormimos de lo cansados que estábamos, y encima nos quedamos sin el desayuno por levantarnos tarde....

Solo nos sobró 100000 pts, por lo que como no podíamos ir de viaje de novios, estuvimos una semana real de viaje. Visitamos Córdoba y Cádiz, y nos alojamos en casas de familiares.

OTROS DETALLES

Mi marido llevaba sin ir al dentista desde la infancia, por un trauma que tuvo con uno, que debió de hacerle una carnicería. Para mi es muy importante la higiene bucal, por lo que durante la semana posterior a nuestra boda, lo primero que hizo fúe arreglarse la boca.
Cada día le anestesiaban un cuarto de la misma, y le empastaban o sacaban lo que tocase de ese lado.
Y desde ese día hasta la fecha, se lava los dientes todos los días. Pero es una rutina que se que es debida a mi, ya que le pongo el cepillo con la pasta de dientes en la mano todos los dias.....

Y otra curiosidad, es que me prometió dejar de fumar cuando nos casáramos, y cumplió su promesa. Durante algunos años, se tomaba algún cigarro en las bodas, pero ya ni eso.
No es que yo se lo prohibiera ni nada parecido, pero según él, por respeto a mi (no soy fumadora), dejaría de fumar.
Estas y muchas otras cosas son las que hace que le quiera tanto.
En lo único que tengo quejas es en el campo sexual. Mi media naranja en la cama fue el "vigilante de seguridad" . Pero no se puede tener todo, y a la larga, lo que importa es la persona, su capacidad de amar.
Sobre todo en los primeros años, cuando hacía el amor con mi marido, echaba de menos al "segurata", pero solo en la cama. Y es que las comparaciones siempre son malas. Incluso tenía fantasias con el otro.
Pero eran solo pensamientos eróticos, no le echaba de menos como a un amor perdido o algo parecido. Yo tenía claro que estaba enamorada de mi marido. Pero imagino que la mente a veces juega malas pasadas.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

LOS HOMBRES DE MI VIDA (2ª Parte)

NÚMERO 1

Era un guapo rumano de ojos azules, de preciosa sonrisa (o a mi me lo parecía). Tenía un cuerpo normal, y sería mas o menos como yo de alto. Como anécdota comentar que nunca mas me he enrollado con un hombre de ojos azules, fue el único. Y es algo curioso, la verdad. Con hombres de ojos verdes si ha habido varios

Le conocí en una discoteca.
Me gustaba bastante, aunque me hacía un poco de rabiar. Cuando salíamos con nuestros amigos, a veces me hacía mucho caso, pero otras era como si pasara totalmente de mi.
Me tenía desconcertada.
Una noche que estábamos dándonos el lote en mi casa, de repente, y sin planificarlo, le pregunté si tenía un preservativo, y yo misma se lo puse e hicimos el amor. Fue mi primera vez, y la verdad es que no sentí nada especial.
Si, me resultaba agradable, pero su pene no era demasiado grueso, y no sentía casi nada.
Pero en el fondo a mi esto me daba igual. Para mi es mas importante otras fases de la relación.
El sabía que yo era virgen, pero tampoco puso muchos reparos en echar el polvo.
Tengo que decir, que hasta ese momento, ni siquiera le había dejado meterme mano. Lo admito, era un poco radical en este campo.
En esta época en la que ya no era virgen, podía enrollarme con un chico y no dejar que me tocara, o podía directamente llevármelo a la cama. Según lo que me inspirase el momento o el chico.

Me cansé de su forma de ser, el ahora si, ahora no, por lo que corté con él, y en apariencia no le afectó demasiado, cosa que aún me mosqueó mas....
Seguíamos saliendo en pandilla, y él se portaba de lo mas tonto, apenas me hablaba.
Hice una fiestecilla en mi casa, y  creo que él debió de beber mas de la cuenta.
Cuando ya se fueron todos, el quiso quedarse a hablar conmigo (milagro, ahora si quería hablar...) e intentó besarme. No le dejé, y le recordé el por qué había cortado con él. El sabía hace tiempo las quejas que tenía sobre su comportamiento, y no por eso cambió de forma de tratarme, por lo que la culpa de que rompiera nuestra relación, fue suya, así que no me convenció que ahora de repente quisiera volver conmigo. Había perdido su oportunidad.
Debió de disgustarle bastante mi actitud, porque cuando se fue, en un ataque de furia, dio un puñetazo al cristal del ascensor, rompiéndolo.

NÚMERO 2

Trabajaba como camarero frente a mi universidad, y de vez en cuando habíamos intercambiado alguna mirada de esas que lo dicen todo.
Un día quiso que quedáramos a la salida de su trabajo, junto con su compañero, y me llevó a un local de esos que son solo para parejas. Me pidió salir y yo acepté, y en ese mismo "antro", sino es porque le puse freno, quería echar un polvo. En ese momento solo se me pasó por la cabeza que este chico corría mucho.

Siempre quedábamos al salir de su trabajo, y siempre terminábamos follando en el salón de mi casa. Yo intentaba que quedáramos a otras horas, pero no lo conseguía.
Yo sabía que su compañero de trabajo estaba casado, y como veía que cuando salía con nosotros iba en plan de ligar, medio en broma medio en serio, le solté una indirecta sobre el tema, a lo que él me respondió que yo era la menos indicada para hablar, puesto que mi "novio" también estaba casado.
Es curioso, pero en esa fase de la relación, no es que me hiciera daño sentimental, porque no estaba enamorada, y me dio por preguntar a mi "novio" del por qué de su infidelidad.
Ese día me dio un poco de morbo, y tal vez nos vimos un par de veces más, pero ya no quise verle mas. Yo no rompo parejas....

NÚMERO 3 -mi semental...

Nos conocimos en una discoteca. Era muy tarde y yo ya estaba harta. Esperaba a que fueran las 6 de la mañana para poderme ir en el transporte público a mi casa.
Nos enrollamos en su coche, y acepté que me llevara a casa.

Podría sonar muy irresponsable de mi parte el montarme en el coche de un desconocido e incluso dejar que me llevase a casa. Pero es que siempre he tenido una especie de sexto sentido para saber de quien fiarme.
Era algo parecido a lo de que a algunos hombres no les dejaba propasarse conmigo, pero a otros les dejaba de todo.
Y lo mismo, a algunos hombres, los subía hasta mi casa, pero a otros ni siquiera les hacía saber mi dirección exacta. No sabría explicarlo con exactitud, pero gracias a Dios, nunca tuve ningún susto.

Sigamos.
Este hombre me sacaba 10 años (nunca había estado con un hombre tan mayor), y me resultaba muy atractivo.
Subió a mi casa y nos fuimos a la cama....
Bueno, lo de la atracción se quedó corto. Era pasión animal, lujuria desenfrenada, una química increíble. Esa primera noche echamos 4 polvos.  Y esa sensación fue algo mutuo, hasta tal punto que hoy en día él sigue sintiendo lo mismo hacia mi y estamos hablando que ya han pasado casi18 años desde que nos conocimos.....(es que dejo huella, je, je)

Teníamos una relación, muy intensa, pura pasión, y claro, empecé a enamorarme de él. Pero sentí que él no se enamoraba de mi. No quería compromiso.
Eramos muy amigos, nunca nos mentimos sobre lo que sentíamos y pensábamos, por lo que no puedo decir que me sintiera engañada.
Me cansé de esperar a que él se enamorase de mi, por lo que mas o menos a los dos meses, conocí a otro chico, y le dejé.



NÚMERO 4

Era un compañero de la universidad. Llegamos a ser unos fantásticos amigos, hablábamos muchísimo, y no solo nos veíamos en clase, sino que salíamos los fines de semana.
Yo sentía por él cierta atracción, no lo niego, porque había tanto cariño, que se confunden a veces los sentimientos. Pero como no notaba nada especial por su parte, pues puse mis ojos en su amigo, el cual me pidió salir y acepté.

Ironías de la vida, mas o menos una semana después, nos fuimos de juerga, y bebimos bastante.  Bueno, tal vez la que bebió fui yo, porque él estuvo conduciendo, por lo que no estoy segura.
Nos lo habíamos pasado muy bien, y no quería que se acabara la noche. Él tenía que llevar a sus amigos a sus casas, y le acompañé, a condición de que volviéramos a mi casa para seguir hablando.
Pero yo estaba muy "suelta" esa noche, y cuando regresamos, precisamente no hablamos....
Casi le violo, y la verdad es que no opuso demasiada resistencia. Para mi que la tensión sexual estaba en el aire....

Pero no follamos (y no por falta de ganas, porque ganas tenía muchas....), él no quiso. Ninguno de los dos perdió los pantalones. Con esto quiero decir, que nunca he sabido como era su pene....

Llegó el lunes, y estaba super nerviosa por hablar con él sobre lo ocurrido. Quería aclararlo. Le gustaba, no le gustaba. Si me decía que sí, cortaba con su amigo, que total, solo llevaba una semana con él....

Pero este chico era demasiado formal. Y perdí mi oportunidad con él. Creo que si las cosas hubieran evolucionado de forma distinta, tal vez mi actual marido no sería el que tengo ahora, sino este chico. No sé por qué, pero siempre tuve esa sensación.

El admitió que yo le gustaba mucho, pero que no podía hacerle eso a su amigo. Por lo que la cosa se quedó como estaba.
Yo empecé a salir con el amigo, y seguimos siendo los buenos amigos de siempre.
No volvimos a tocar este tema, hasta quince días antes de casarme.....

Pasaron los años, yo tuve otros novios, mi vida cambió en gran manera al dejar de estudiar y empezar a trabajar, pero siempre mantuvimos nuestra relación de amistad.
Quedábamos de vez en cuando, y le presenté a mis amigas. Empezó a salir con una de ellas de origen peruano.

Esta chica me solicitó celebrar su cumpleaños en mi casa, a lo que yo accedí. Ellos ya llevarían un tiempo saliendo, pero no recuerdo exactamente cuanto.
Ese día tenía a un amigo mío, también peruano, pintándome la casa (hablo de este chico más adelante).
Cuando finalizó este cumpleaños, decidimos irnos todos a bailar, y esta chica me preguntó sobre mi amigo el pintor; quería saber si vendría con nosotros. Yo le dije que no, puesto que no estaba invitado a la fiesta, pero me quedé con la duda de esa pregunta, porque se me hizo rara.

Ya en la calle, saqué el tema, y me quedé horrorizada, con lo que me respondió (no sé si el adjetivo horrorizado es el apropiado, pero es que me cambió totalmente el semblante)
Me soltó que si ella no se juntaba con los de esa clase en su país, no lo iba a hacer aquí. Yo no lo entendía bien, puesto que para mi los dos eran del mismo país, y de la misma raza. Incluso le comenté, que mi amigo tenía cierto nivel de estudios, que por circunstancias de la vida, no había podido terminar. Pero ella me soltó una frase que me dejó por los suelos:
- No es cuestión de dinero o de estudios, es cuestión de clase....

Nunca había conocido a alguien que hiciera una separación tan radical de clases sociales. Puedo medianamente entender que gente con mucha diferencia cultural o de dinero no se sientan cómodos juntos, pero es que este no era exactamente ese caso.
A mi me dolió mucho, porque el chico peruano era un gran amigo mío, y le conocía de antes que ella.

Estuve esa noche muy rara, muy distante, dándole vueltas al tema, hasta que mi amigo el universitario vino a hablar conmigo para saber que es lo que me pasaba.
Y no pude reprimirme, por lo que le conté lo sucedido. Y nunca imaginé que este chico, debido a lo pasado, rompiera su relación con la peruana, porque también se quedó asustado por el tema.
Él me comentó que en alguna ocasión, había intentado llevar a esta chica a lugares latinos, pero ella nunca quería entrar porque supuestamente no le gustaba el tipo de gente que había dentro....

La chica se enfadó muchísimo conmigo, me llamó de todo, y más o menos me soltó que por fin había conseguido lo que quería, el que ellos rompieran para yo poder quedarme con su chico.
Eso no era real, yo respetaba su relación, y hacía ya mucho tiempo que desistí de conquistar a mi amigo, cuando tuvimos nuestra "gran conversación".

Pasó el tiempo, mi amigo volvió a salir con la peruana, y la convenció no solo de que hiciera las paces conmigo, sino que viviera en mi piso.

Ella se quedó embarazada, y él decidió casarse con ella.

Unos 15 días antes de su boda, mas o menos, mi amigo me llamó porque quería hablar en privado conmigo.

Entre otras cosas, saqué el tema de la boda suya. Le pregunté si estaba realmente enamorado, porque sabía que hacía unos pocos meses habían estado separados.
El me dijo que la quería, pero que no estaba enamorado, y que incluso había estado con alguna chica en ese periodo de pausa en su relación. Pero según él , tenía que hacerlo por respeto a su hijo.
Intenté hacerle ver, que cuando una pareja se casa debe ser por amor, no por respeto. Y el respeto, para quien debe ser es para su mujer, porque si no, en un futuro, puede ser incluso infiel....

Luego salió el tema, de que por lo visto, su "novia" siempre había tenido celos de mi. Yo comenté que como podía ser eso. Que si todavía no estaba convencida con todos los años que llevábamos de amigos, y más teniendo en cuenta, que si estaban juntos era gracias a mi.
Pues este chico va y me suelta que ella tenía parte de razón, como un sexto sentido, y que yo siempre le había atraído muchísimo, hasta el punto de pensar en mi cuando estaba haciendo el amor con ella....

Menuda cara de tonta que se me quedó. Y claro, cuando le pregunté el por qué no había hablado nunca de estas cosas conmigo, me soltó, que por una cosa o por otra, yo siempre tenía novio....Y en parte tenía algo de razón...

Por eso siempre digo, que tal vez las cosas hubieran sido diferentes si en la conversación que tuvimos tras nuestro rollo, él hubiera aceptado a salir conmigo.
Seguro que mi vida sería totalmente diferente, e incluso habría acabado mi carrera.

Le invité a mi boda, pero no pudo ser porque coincidía con su despedida de soltero, y es que casualidades de la vida, nos casamos con 15 días de diferencia.

NÚMERO 5

Bueno, pues empecé con el amigo.
Estudiaba "Física", pero era un chico muy inseguro, depresivo e inmaduro.
Por lo que me contó años después, empezó conmigo por el rollo, echar un polvo, etc, pero le salió el tiro por la culata, porque se enamoró de mi....

Debido a sus inseguridades, era impotente. A veces conseguía que se le levantara un poco e intentábamos algo de sexo, pero o duraba segundos o ni siquiera funcionaba el asunto.
Pero sinceramente, eso a mi me daba igual. No era el problema en nuestra relación, era su personalidad. Le tenía cariño, me gustaba, pero siempre había algo que no terminaba de cuajar.

Hubo una vez que tuve un retraso y me asusté mucho. Como nunca se le empinaba del todo como para ponerle un preservativo, solo usaba supositorios espermicidas.
Creo que nunca llegó a eyacular conmigo. Pero todo podía pasar.

Fui al ginecólogo por primera vez, y empecé con la píldora.
Este chico hizo algo que me hizo enfadarme mucho con él.
Le transmití mis miedos a estar embarazada, y a él no se le ocurre otra cosa que comentarlo en su casa.

Yo no conocía a su familia, y me sentí muy avergonzada de que fuera aireando nuestras intimidades. Creo que esto fue determinante para ir mermando nuestra relación.

En verano empezó a trabajar como vendedor ambulante para sacarse algo de dinero, e hizo amistad con un chico de origen alemán.
Este chico empezó a salir con nosotros, e intuí que sus miradas, no eran del todo"puras".
Mi relación no iba bien y buscaba como escapar de ella, aunque no estaba del todo segura....

Una noche apareció este alemán en mi casa solicitándome que le guardara una bolsa, porque supuestamente había tenido un problema en el hostal donde se alojaba y le habían echado.

Ahí empezó todo. Maldigo el día en que le dejé entrar en mi casa.....
Esa noche echamos un polvo, y durante un mes mas o menos tuve una relación paralela, hasta que definitivamente corté con mi "estudiante".
Habíamos estado juntos unos 6 meses.

NÚMERO 6 - EL ALEMÁN

No tuvo una infancia feliz, y creo que esto debió de afectar a su forma de ser y de vivir. Estuve con él dos años, pero no debí ni siquiera empezar.
Nuestra relación fue tormentosa y complicada desde el principio.
En numerosas ocasiones le dejé, muy convencida de lo que hacía. Pero él siempre me suplicaba que volviéramos. Era un sinvergüenza que se aprovechaba de mi, y aunque yo era consciente de ello, siempre le perdonaba.

Empezamos a salir, y ya al poco tiempo decidí que no me convenía y quise volver con mi estudiante.
Mi querido estudiante lo aceptó (lo que hace el amor), y tuvimos una escena muy violenta, con mi alemán en la puerta de mi casa, llamando al telefonillo y queriendo hablar conmigo etc.
Mi estudiante estaba a mi lado, y se tuvo que enfrentar con el alemán para que nos dejara en paz.

El alemán siguió insistiendo en que volviera con él, y mi estudiante no terminaba de enamorarme del todo. Así que con muchísima pena por mi parte, volví a dejarle. Reconozco que me sentí super mal por ello.

Este alemán se quedó huerfano con unos 16 años. Tenía la doble nacionalidad, y la embajada se lo llevó a un orfanato de Alemania. Posteriormente se metió en el ejército donde estuvo 7 años. Hacía poco tiempo que había regresado a España, y malvivía como podía.

En resumidas cuentas de lo tormentoso de nuestra relación, decir que en un principio vivía conmigo. Yo le encontré trabajo de profesor de alemán y empezó a tener ingresos.
Mis padres se enteraron de que vivía conmigo y le echaron de casa (mi piso lo pagaban mis padres). Empezó a vivir en pisos compartidos, y cada dos por tres tenía que cambiar de casa. El me contaba una historia (problemas con los compañeros, etc), pero poco a poco vi que era un mentiroso, y yo seguía perdonándole. Incluso le di una oportunidad una vez que me robó dinero del cajero (me faltaba del banco y cuando le dije que pondría una denuncia para saber que es lo que había pasado, me lo confesó)

Recuerdo que al final de nuestra relación, incluso tuve un amante, para ver si así tenía mas fuerza de voluntad para dejarle, porque de verdad que me resultaba complicado resistirme a sus súplicas ¡me daba tanta pena!.
Le llegue a pagar comida, alojamiento, tabaco, ropa. Siempre tenía algún problema.
Una de las veces que corté con él, fue cuando me enteré que si se había ido de su último piso, no era porque chocase con un compañero, sino porque llevaba meses sin pagar....¿Que hacía con el dinero? Es que nunca lo supe, y no lo entendía.

Me daba igual que durmiera en la calle, estaba harta, solo quería que me dejara en paz. Pero no era tan fácil.
Empezó a tocar sin parar el telefonillo de mi casa y a llamarme por teléfono. Descolgué el teléfono y desconecté el telefonillo, pero no se dio por vencido.

Consiguió que le abrieran la puerta del portal, y subió hasta arriba con un cuchillo jamonero que le habían prestado en la tienda de abajo.
Amenazaba con cortarse las venas.
Sinceramente me daba igual, de verdad. Estaba harta, y estuve a punto de llamar a la policía.
Pero la tonta de mi compañera de piso, se puso a hablar con él y me convenció para que le dejase pedir disculpas, etc.

Y le dejé hablar, y volví a darle una oportunidad.

Pero siguieron los problemas.
Conocí a un chico peruano en el parque, de cuando sacaba a pasear a mi perro (él paseaba el perro de una señora para la que trabajaba).
Hicimos amistad, pero este chico era muy latino, muy echado para delante, y acepté sus proposiciones indecentes.

Estábamos a escondidas del alemán, pero mas de una vez tenía ganas de que se enterase, para que me dejara en paz. Es que tenía una relación de amor y odio a la vez....

Volvió a cambiarse de casa, por supuestos problemas de convivencia. Pero en esta casa teníamos un vídeo que habíamos comprado a medias, y yo le exigí que lo recuperara.
Como no me hacía caso, decidí llamar a su compañero de piso para reclamarlo y me dejó alucinada con lo que me contó. Parecía ser que el muy sinvergüenza de mi novio, le debía varios meses, e incluso le había regalado nuestro vídeo como pago.
No lo soporté mas. En ese mismo momento dí de baja el móvil que se había comprado hacía un mes, y el cual estaba a mi nombre. Al poco rato me llamó para pedirme explicaciones, y volví a cortar con él.
Estaba histérica, con una crisis de ansiedad increíble, no podía dejar de llorar de los nervios. No era pena, era pánico. Tenía un miedo horrible a que volviera a insistir en que volviéramos a salir.
Pero tuve suerte. No volvió a intentarlo. Por fin había conseguido deshacerme de él.
Tardé dos años de mi vida, pero lo conseguí.
Eso sí, a costa de mis estudios. Con tantos problemas y quebraderos de cabeza, lo que menos hacía era estudiar, por lo que dejé la universidad.

Me arrepiento tanto de esta época de mi vida.......

NUMERO 7 - EL PERUANO

Nos lo pasábamos bien juntos, hablábamos mucho, pero tenía un defecto por lo que no consiguió enamorarme. Y eran sus mentiras. Mentía con mucha facilidad, pero por cosas tontas, y eso no me gustaba. Si en cosas de la vida diaria que no tenían importancia, ya le pillaba falsedades, me daba a entender, que no era del todo de fiar.

Pero me caía bien. Era muy trabajador, y admiraba todo lo que hacía para poder seguir adelante.
Se casó con una chica para conseguir la nacionalidad, pero jugó con los sentimientos de esta mujer, porque hizo que se enamorara de él, y cuando el decidió rehacer su vida, tuvo un mal divorcio.

Y con su siguiente esposa, tampoco le ha salido bien, porque le ha sido infiel, y ella lo ha echado de casa.

Y es que yo le veía venir. De siempre intuí que como amigo, esta bien, pero como novio, no se lo recomiendo a nadie....

NÚMERO 3 - MI SEMENTAL...

Durante todos estos años no perdí contacto con este chico. Me llamaba de vez en cuando para saber de mi, y siempre intentaba que quedáramos, pero yo no quería.

Cuando terminé con el alemán. se me pasó por la cabeza llamarle para vernos, y empezamos una nueva fase de nuestra relación.

La historia se repitió. Al principio tuve ilusiones de conseguir que se enamorara de mi, pero luego me rendí.
Nos limitamos a tener una relación de amistad y sexo.

Nos veíamos con mucha frecuencia, casi todas las semanas, y hablábamos a menudo por teléfono. Parecíamos una pareja normal, excepto que él evitaba todo lo que pareciera que él era mi novio. Por ejemplo, nunca conseguí presentárselo a mis amigas. No quería salir con nadie que no fuera yo.
Un año tuve una gran bronca con él por no querer venir a mi cumpleaños. Se presentó al final del mismo, cuando estábamos tomando una copa, pero le costó...

Como quedaba claro que no quería formalidades, pues yo empecé a tontear con otros chicos, e incluso salí durante un tiempo con un estudiante de arquitectura (solo le faltaba el proyecto).
El sabía que estaba con otros, aunque no le contaba con detalle con quien me acostaba o dejaba de acostarme. El en cambio, solo estaba conmigo.

Como ninguno de los ligues que tuve me llegó a gustar tanto como para dejar a mi "semental", pues seguimos con nuestra especial relación.

Con todos los hombres con los que he estado, él único con el que realmente me he entendido a la perfección en la cama ha sido con éste hombre.
Hablábamos el mismo idioma. Sabía como excitarme, y el respondía con gran pasión a mis pequeñas propuestas.

A veces teníamos conversaciones telefónicas un poco picantes, cuando ya estábamos a punto de dormirnos, y le excitaba de tal manera, que cogía el coche y venía expresamente para echar un polvo (tardaba una media hora en llegar). Y resultaba recíproco, porque el ver el efecto que yo le causaba, hacía que yo también me excitara mucho.
Una vez follamos en la calle, encima de un puente, rodeado de edificios. Yo llevaba minifalda, y el me la metió por detrás. No sé si alguien nos vio, pero que me quiten lo bailao....

Pasó el tiempo, y conocí a mi marido.
Durante mas o menos un mes, estuve con los dos (a mi marido le veía cada 15 dias), pero vi que había encontrado a mi media naranja sentimental, él que consiguió que rompiera la adicción al sexo que tenía con mi "semental".

Había estado dos años con este chico.
Pero nuestra amistad continuó. Yo ya no quería verle, por miedo a caer en la tentación. No es que salga de mi el "pecar", pero tenía miedo de que si este chico tocaba las teclas adecuadas para despertar mi deseo, cayera otra vez en sus redes, y no quería.

Pero seguiamos hablando mucho por teléfono.
Cuando le conté que me casaba, no se lo creía. Le parecía imposible que estuviera enamorada en solo 6 meses.
Y creo que en este momento vio que lo mio iba en serio, y le debió de dar algún tipo de miedo o algo parecido, porque me soltó que él en un futuro pensaba que estaría a mi lado. Y que si lo que yo quería era que nos casáramos, pues que se casaba conmigo.

¡A buenas horas! Ya era tarde.
Le invité a mi boda, pero no quiso ir....

Me mudé de ciudad al casarme, y al año, regresé para visitar a mi familia, y decidí quedar con él, para verle.
No debí de quedar a solas. Pasó lo que me temía ¡caí en sus redes!, y durante un tiempo me sentí culpable de mi debilidad sexual ante este hombre.

Pero se quedó ahí. Llevo 12 años felizmente casada. Sigo teniendo una gran amistad con este chico. Él se casó, tiene dos hijos, y las veces que nos hemos visto ha sido junto con mi marido.

Aunque mi semental, en numerosas ocasiones intenta quedar conmigo para "recordar" viejos tiempos, yo siempre le digo que no.

Siempre le suelto la misma frase:
- Tu buscas la tentación, y yo la evito.
Y es que yo para él también he sido su "diosa" del sexo, por llamarlo de alguna manera.

martes, 7 de diciembre de 2010

Juegos de Ben 10

LOS HOMBRES DE MI VIDA. (1ª Parte)

Creo que este apartado será bastante largo, por lo que lo clasificaré en tres grandes grupos.
Por un lado, los hombres que conocí antes de los 22 años (cuando perdí la virginidad), por otro, los posteriores, y en último lugar, dejaré un capítulo solo para mi marido, porque se lo merece.
Hablaré de los que recuerde y les pondré un número para diferenciarlos. Entre medias ha habido numerosos rollos con los que solo me besaba, y tal vez algún polvete que por su poca importancia ni me acuerdo.

No solo aparecerán chicos con los que he tenido algún "affair", sino también aquellos que por una razón u otra han dejado algún tipo de huella en mi mente.

NÚMERO 1 


El primer chico con el que salí, aunque me había besado con uno o dos antes que él.
Teníamos 16 años. Yo sentía que le gustaba, y como a mí él también me atraía me sacaba de los nervios el que no se atreviera a confesármelo. Hasta que un día en el que estábamos solos, me sacó tanto de mis casillas, que fui yo la que le pedí salir.

Hoy en día todavía no me lo creo. Fue el primer chico con el que salí, y tuve que dar yo el primer paso.

Cuando me acompañó a casa recuerdo el beso que nos dimos con mucha emoción. Fue superintenso, de esos que no quieres que se acaben.
La verdad es que echo de menos el como me sentía en la adolescencia. Era todo más intenso, mas excitante.

Con el tiempo, me cansé de su actitud. Digamos que no me hacía todo el caso que yo quería, así que al mes y medio, corté con él.
Recuerdo lo que lloré ese día.

Pero seguíamos saliendo en la misma pandilla, así que nos veíamos, aunque teníamos una relación muy tensa. Él tenía un amigo con el que yo me llevaba superbien,  hablando, haciendo bromas, etc.
Llegó un día en el que estábamos los tres sentados en la escalera de una iglesia. Tenía a mi amigo entre mis piernas, y mi ex, continuamente intentaba que se levantara por una cosa u otra, y quitarle el lugar de su asiento. Al final, mi ex, me llevó aparte, y me pidió salir de nuevo, a lo que yo acepté.

Pero duró poco. Su actitud hacia mi seguía siendo muy distante, no me convencía. De que me sirve gustar a alguien, si no me lo demuestra....Una semana más tarde, volví a cortar con él.

Posteriormente mi amigo me dijo algo que me dejó desconcertada. Según él, a mi ex le disgustaba que no me dejara meter mano. Eso me cabreó bastante ¡será caradura!.  ¿Cómo podía pretender que me dejara tocar, cuando él era mi primer "novio", llevábamos poco tiempo saliendo y me consideraba muy joven para ese tipo de juegos?

NÚMERO 2

El segundo chico con el que salí. También era compañero del Instituto de Bachillerato, aunque le conocí en una discoteca. En la misma noche que nos conocimos, me pidió salir y nos dimos el primer beso.

Pero esta relación tampoco me convencía demasiado. Por un lado era poco hablador, y tenía un carácter extraño, algo introvertido y misterioso. No niego que este carácter me atraía un poco, sobre todo al principio, pero tanto misterio y tan poca comunicación no me va. Y por otro lado, no me gustaba como era en la intimidad. Lo consideraba poco activo, le gustaba más que le hiciera a hacer él, y eso cansa...(siempre teniendo en cuenta que no nos tocábamos según que partes)

Creo que duré como un mes, y  no le sentó nada bien que le dejara, siempre guardó cierto rencor hacia mi por ello, porque aunque no era capaz de expresar sus sentimientos como yo necesitaba, estaba enamorado de mi. ¿Y por qué se que estaba enamorado de mi? Porque 10 años mas tarde tuvimos un par de encuentros y me lo confesó.

No adelantemos acontecimientos.
Algunos años después de esta relación, este chico trabajó como socorrista de la piscina de mi urbanización. Hablábamos de vez en cuando, y él seguía con ese aire misterioso que me atacaba los nervios. Tenía la sensación de que le seguía gustando, pero no me decía nada, y como no estaba segura, pues tampoco lo hacía yo. Bueno decírselo a la cara no, pero le mandaba cartas de amor anónimas con letras de canciones del grupo Mecano. (Se que suena cursi, pero en aquella época me resultaba romántico).

Pasaron muchos años sin saber de él hasta que no recuerdo como (imagino que me llamaría por teléfono) nos volvimos  a ver. Vivía en un piso compartido, tenía unos 24 años, y ya no era la niña con la que él salió. El seguía tan misterioso, y tuvimos un par de encuentros sexuales. Esta vez si que hubo de todo, menos penetración, porque él no quiso. Pero seguía igual de rarito, así que me cansé de verle, de nuevo.

Y seguían pasando los años, hasta que mediante un buscador de antiguos compañeros de instituto, dí con su dirección de correo electrónico, con lo que reanudamos mediante mail el contacto.
Yo ya estaba felizmente casada, y el vivía con una chica y tenía un hijo. En estas conversaciones, me confesó sus antiguos sentimientos y rencores hacia mi, y me explico que el no haber querido mantener relaciones sexuales conmigo, era debido a una serie de miedos que tenía en esa época, pero que ya no los tenía, y que le encantaría demostrármelo.
En fin, que no me gustó el plan en el que iba. Me dio a entender, que aunque estaba enamorado, era de los que buscaba planes (incluida yo) para ser infiel. Cuando le censuré por esta actitud, me echó en cara que yo no era una santita, y que tampoco era muy fiel que digamos.




NÚMERO 3




El jugaba un partido el domingo, y el sábado jugaba por la tele un equipo que se supone era importante para él. Su excusa, es que tenía que aprender de ese partido para jugar bien el domingo. Y para mi eso no era excusa suficiente. Solo le veía uno o dos días a la semana, y no estaba dispuesta a que él prefiriera estar una semana más sin verme por una mierda de partido.

Fue muy curioso, porque él me planteó la posibilidad de vernos para hablar del tema, pero realmente nunca llegó esa conversación.

Como podéis ver, tengo carácter. Soy buena, pero no tonta.
Creo que por esta razón nunca he dado con un novio maltratador o celoso, porque con mi carácter, directamente me los quitaba de encima si veía que eran de ese estilo.


NÚMERO 4


Un compañero del Instituto, que iba a la clase de enfrente. Hacía poco que se había mudado a mi ciudad, y "supuestamente" estaba enamorado de una chica con la que salía en su antiguo lugar de residencia.
Le consideraba un gran amigo. Hablábamos mucho, a veces íbamos a su casa con amigos, y teníamos mucha confianza.
Con él descubrí lo que era hacer una paja (vamos, que fue el primer pene que toqué). Creo que tenía unos 18 o 19 años. Pero  yo seguía sin permitir que me tocaran.
Aunque en la práctica no es que tuviéramos una relación de pareja (éramos lo que se llamaba amigos con derecho a roce), la verdad es que nos llevábamos muy bien y corté esta relación de una manera muy brusca, y además me enfadé mucho con él. Algún compañero de su clase, le dijo algo como que yo iba diciendo que salíamos juntos. En primer lugar, yo nunca utilicé esas palabras, aunque no niego, que a lo mejor comenté a alguien que estábamos enrollados (cosa que no era mentira).
Como él se lo tomó a mal, a mi me hizo sentir como que se avergonzaba de estar liado conmigo, así que le pegué cuatro voces y le deje con un palmo de narices.
De desagradecidos está el mundo lleno.

NÚMERO 5

Lo conocí a través de la mesa del Instituto.
Me explico.
El estudiaba en nocturno y yo en diurno. Empezamos dejándonos mensajes escritos en el pupitre, y luego mediante notas de papel escondidas en la mesa; hasta que un día él vino a mi clase para conocerme, y empezamos a quedar.
Fuimos lo que se llama amigos con derecho a roce, nunca llegamos a tener una relación formal, pero he de reconocer que él me gustaba bastante.
Hubo una noche que estábamos dándonos el lote en una calle oscura, cuando intentó meterme mano, pero yo no le dejé. El insistió con fuerza, y me dio miedo, al ver que me costaba defenderme, así que agarré  lo único a lo que pude asirme para detenerle, que fueron sus testículos. ¡Menudo salto pegó! Nos enfadamos y cada uno fue por su lado.
Pero luego hicimos las paces, y seguimos con nuestros encuentros sin compromiso.
Era muy apasionado, y no niego que era lo que más me gustaba de él, y fue el primer chico que me masturbó. Pero cosas de la vida, yo seguía sin dejar tocarme el pecho.
Tenía demasiados tabues, y un cacao mental que ni yo sabía lo que quería.
Empecé a cansarme de esta relación, porque veía que no llegaba a ninguna parte, por lo que para darle celos, acepté salir con su amigo. Pero no funcionó. A él le dio igual e incluso intentó liarse de nuevo conmigo. Vi que ni celos, ni respeto por la amistad. Dos semanas mas tarde, deje de verlos a los dos. El amigo no me gustaba, y pasaba de esta situación.

NUMERO 6

Tocaba la guitarra en un grupo, y le conocí por ser amigo del novio de una amiga.
Recuerdo nuestros encuentros tumbados debajo de los árboles de un parque que había por la zona.
No hubo tocamientos impuros, pero notaba algo muy fuerte hacia él, por lo que tonta de mi, no se me ocurrió otra cosa que hacerle llegar una carta declarándole mis sentimientos.
Y ahí se acabo todo. Me llamó para quedar conmigo, y lo que yo creí ser una respuesta romántica a mis sentimientos, se convirtió en una confesión se sus intenciones. En resumidas cuentas, estaba por el rollo mas que por otra cosa, y no quería hacerme daño. Me devolvió mi carta y esa fue la última vez que le vi.
Y por cierto, esa carta se debió de perder, porque no llegó a mi casa....
Duró poco esta relación, pero me hizo sentir muchas cosas muy bonitas.

NÚMERO 7

Nunca consideré estar saliendo con él, pero él si lo creyó. Me sentí halagada, por lo que le dedicaré unas líneas.

Nos conocimos en una fiesta de Fin de Año, de esas a las que se va con toda la familia. Hablamos, y le comenté donde estudiaba, pero nada más.

Cuando empezó el curso de nuevo, me lo encontré en la puerta del Instituto, y le dejaba acompañarme hasta mi casa. Lo hizo durante un tiempo, pero me sentí agobiada. No me gustaba, y él no dejaba de insistir en que quedáramos alguna vez para salir.

Empecé a esquivarle, salía por otra puerta, etc. Pero mi hermana me insistió en que tenía que hablar sinceramente de lo que pasaba. Así que lo hice e intenté ser lo más suave para decirle que no quería salir con él. Por fin dejó de acosarme.

Nunca más tuve un admirador de este tipo, por lo que lo recuerdo con cariño.

Años después, hablando con una amiga que por lo visto lo conocía, me comentó que este chico iba contando por ahí que había salido conmigo. La verdad es que me sentó muy mal en ese momento, porque yo solo quería quitármelo de encima.
Ahora me da igual, me daba un poco de pena, pero nada más

NÚMERO 8

Le conocía de tiempo atrás de la discoteca, y aunque nunca me había dicho nada, yo sabía que le gustaba, por como me miraba. Admito que me resulta muy agradable la sensación de gustar a un hombre, es como si me subiera el Ego o algo así.

Hubo un día, que no sé como, me enrollé con él y empezamos a salir.
Admito que hasta la fecha, fue el mejor novio que tuve.

Le veía con frecuencia, ya que venía a recogerme con el coche al instituto (mi primer novio con coche) para llevarme a casa. Con ello, pues nos veíamos una media hora casi todos los días.
Estaba pendiente de mi, era cariñoso, no me podía quejar...
Seguía sin dejarme tocar el pecho, pero con este chico tuve penetración anal un par de veces.

No es que esté segura, pero me parece que lo de no dejarme tocar el pecho, tenía que ver con mis complejos. Y mi complejo de pecho no era porque no me gustase, ya que ese no era exactamente el caso. Era más bien por mi extraña timidez, por saber lo que provocaba en los hombres su voluptuosidad (con 13 años ya tenía 100 cm de contorno de pecho, y ahora tengo 115 cm)
Era un reflejo de mi inseguridad.

Recuerdo con gran excitación cuando él iba conduciendo mientras yo le masturbaba. Era la inconsciencia de la edad (sé que esto es muy peligroso), y creo que no lo he vuelto a hacer. Pero me resultaba muy provocador el saber que no se podía defender.....
En fin, fue todo muy bonito, y aunque nunca me confesó con palabras lo que él sentía, yo lo sabía, y notaba que no era capaz de corresponder al 100 % a sus sentimientos. No había suficiente feeling, química, etc, así que decidí cortar la relación, antes de que se enamorara mas de mi y le hiciera más daño.

Cuando llegó ese día, él lloró y me pidió otra oportunidad. Me dio muchísima pena, pero no se la di. Si puedo evitarlo, no me gusta hacer sufrir a la gente, al igual que no me gusta que me hagan sufrir. Y sabía que aunque era capaz de sentir atracción física por este hombre, no era suficiente.
Tal vez, si él no se hubiera enamorado de mi, hubiera estado algún tiempo más, hasta encontrar a quien llenara mi corazón.

Soy capaz de tener una relación con un hombre basada solamente en la amistad y el sexo, pero asumiendo las consecuencias, de que ante todo tengo sentimientos, y que si aparece alguien que me llene el espíritu, para mi es mas importante que el físico, y terminaría con esa relación.

Muchos años después, estando ya casada, me lo encontré y hablamos unas palabras. Podían haber pasado tranquilamente 15 años desde la última vez que le vi, pero por su mirada noté que todavía sentía rencor hacia mi. No vi deseo en su mirada, vi dolor o algo así.
Me contó que se había casado, divorciado y que tenía un hijo.

NÚMERO 9

¿Os acordáis del primer chico con el que salí? Recodáis que tenía un amigo con el que me llevaba muy bien. Pues cuando yo tenía unos 20 o 21 años, me lo encontré por la calle, y empezamos a salir mi mejor amiga del momento y yo con su pandilla.
No tengo muy claro como pasó, pero empezamos a salir como pareja.
El me caía muy bien. Ante todo éramos muy buenos amigos, al igual que lo éramos en el pasado. Pero faltaba algo, y ese algo fue mermando poco a poco nuestra relación.
No notaba suficiente interés por su parte. Cuando estábamos juntos, no es que me pudiera quejar, mas o menos me hacía caso, aunque echaba en falta más muestras de cariño. Pero cuando cada uno estaba en su casa, es como si pasara de mi.
Solo nos veíamos los fines de semana, y era siempre yo la que le llamaba para quedar, o para hablar entre semana.
Un día tuvimos una discusión porque él no se creía que yo fuera virgen. Parece ser que a través de amigos comunes le llegó la noticia de que yo me había acostado con el anterior chico con el que salí (mi enamorado). Me sentí super ofendida. En primer lugar por él dudar de mi palabra, y en segundo lugar, por las difamaciones que salían de la boca de mi ex.

Durante un tiempo estuve muy alterada con esta situación, para mi en esa época era muy importante lo de mi virginidad, y me hervía la sangre el que alguien fuera diciendo tales cosas. Intenté contactar con mi ex para cantarle las cuarenta al respecto, pero no le localicé. Luego me fui tranquilizando y ya me daba más igual hablar con él  o no.

Con este chico, con el que estaba saliendo, tenía una relación de lo más decente, no había tocamientos, me respetaba mucho, por lo que un día que se le fue la mano, le dejé tocarme el pecho.
Es curioso, fue el primero en tocarme esta zona, pero es lo único que llegó a tocar.
La relación empezaba a hacer aguas.

Tenía numerosas discusiones telefónicas por su pasotismo hacia mi, he incluso me enrollé con algún tío como para vengarme. Me daba igual que se enterara.
En una de esas discusiones, corté con él, e incluso le solté lo de mi infidelidad para hacerle daño. El me dijo que nunca me había sido infiel, pero me dio igual. Estaba muy dolida con él, porque estaba harta de ser la única que parecía sentir algo.
Una semana después, mas o menos, mi mejor amiga me pidió permiso para salir con este chico para dar celos al que realmente le gustaba a ella (parece ser que el chico que le gustaba a ella, odiaba a mi ex, y así le fastidiaba mas).
En ese momento yo me sentía muy fría, con cierto rencor hacia mi ex, y le dije que hiciera lo que quisiera, que me daba igual.
Pero por lo que vi, no me daba tan igual. Seguíamos saliendo todos en pandilla, y no pude soportar ver a mi amiga besándose con mi ex. Tuve que salir del local para no verlo y se me escaparon algunas lágrimas.
Mi amiga vino a hablar conmigo, y decidió cortar con mi ex, porque vio que me hacía daño.
Posteriormente, me enteré, que si realmente esta relación duró tanto (unos 4 meses, hasta la fecha era mi record de duración con un chico), era porque ante todo mi ex me quería como una amiga, y tenía miedo de perderme como tal si cortaba conmigo.
Pues la cagó del todo. Si hubiera sido sincero desde un primer momento, no habría pasado todo esto.
Puedo tener una relación de amistad sin problemas con un chico que en un principio me haya gustado. No soy de amores platónicos. Si mi cariño no es correspondido, soy capaz de cambiar totalmente el chip. No soy capaz de amar a alguien que no esté enamorado de mi.
Así que este chico perdió la oportunidad de tenerme como amiga por cobardía y no haber querido ser sincero conmigo. Jugó con mis sentimientos, y eso no lo tolero.

NUMERO 10 - AMOR DE VERANO

Siempre que recuerdo este amor me pongo triste. Sentía muchas cosas intensas, y me emociono al recordarlas. Siempre me arrepentí de no haber sido valiente para declararme y vivir la relación con más pasión. Pero tenía mucho miedo al rechazo, y preferí mantener la amistad.

No sé exactamente la edad con la que nos conocimos, tal vez con 16 o 17. El primer año chócabamos bastante. Hablábamos de vez en cuando pero solo para soltar alguna broma, ironía, etc.
Al verano siguiente empezamos a congeniar como amigos, pero era una amistad super intensa. Estábamos a todas horas juntos, en la playa, por la noche. No parábamos de hablar, de reír.
Es increíble, pero ahora mismo se me están escapando las lágrimas solo de recordarlo. Fue una época muy feliz y emocionante en mi vida.
Todo el mundo pensaba que éramos pareja o que nos gustábamos, así que cuando mis amigas o familia me preguntaban al respecto, yo siempre lo negaba.
- Somos solo amigos - era siempre mi respuesta. Tenía pánico de que él supiera que yo sentía algo más, y al no ser correspondida romper la relación tan maravillosa que teníamos.
Y es que él, no me daba pie. No estaba segura del todo de lo que sentía por mi.

Pasaban los años, y cada vez que nos encontrábamos, seguía igual de intensa nuestra amistad. Sobre todo recuerdo un verano, cuando acababa de llegar a mi apartamento, y vinieron mis amigas a saludarme. Me dijeron que saliera un momento al pasillo, y ahí estaba él. No podría describir con palabras la emoción que sentí al verlo.

Pero ese verano ya no nos vimos tanto, porque él había empezado a salir con una chica, aunque no quitó que de vez en cuando quedáramos todos juntos.
Aunque seguía sintiendo cosas muy intensas hacia él, creí que toda posibilidad había terminado, y asumí que todo estaba en mi cabeza, y que él nunca había sentido nada romántico por mi.
Con esto quiero decir, que yo puedo estar enamorada de una manera platónica de alguien que en algún momento me de pie o me haga sentir ilusiones de poder conquistarlo;  pero cuando esa persona de una forma u otra me hace ver que ya no hay posibilidades, pues me desenamoro....

Sigamos con la historia.
Como vi que ya no tenía nada que perder, puesto que él había encontrado el amor en otro lado, me atreví a sacar el tema de los sentimientos. Mas que nada como quien cuenta una anécdota, haciéndole saber del cacao mental que yo tenía en el pasado por no saber exactamente lo que él sentía hacia mi.
Y me llevé un chasco increíble. ¡Será cabrón! (no es que le describa con este apelativo, pero es lo que pasó por mi mente en ese momento)
Por lo visto, todos esos años, él también había estado enamorado de mi, pero no quiso declararse ni llevar nuestra relación de una manera mas profunda por miedo.
Solo nos veíamos los veranos, y no soportaba la idea de no volverme a ver en todo el año.
No niego que le entendía a la perfección, pero por otro lado, es como si hubiera perdido la oportunidad de explorar lo que podría haber sido nuestra relación como pareja. Creo que tantos sentimientos reprimidos hubieran dado lugar a una explosión indescriptible de sensaciones. En estas edades vivía todo con mucha más intensidad, y si sin ni siquiera habernos dado un beso, ya tengo estos recuerdos tan profundos, hubiera sido increíble, si la relación hubiera sido algo mas que una simple amistad.
Es verdad que nunca nos habíamos dado un beso, pero esa noche me acompañó a casa. Su novia se quedó abajo en el hall, y él subió conmigo en el ascensor, donde nos dimos, creo que el mejor beso de mi vida.
No fue exactamente por la técnica o algo así. Era por toda la tensión que tenía acumulada hacia él. Sentí de todo. Mariposas en el estómago, me temblaban las piernas. Fue increíble de verdad.
Pero ahí se acabó todo, no volvió a salir el tema.....

Pasaron algunos años sin casi verle (estaba con su novia) porque  se distanció de mi, imagino que por lo que hablamos en nuestro gran encuentro...Hasta que hubo un año, que no se ni como pasó, quiso quedar conmigo.
Era Carnaval, había dejado a su novia no recuerdo donde, y quiso encontrarse conmigo para saludarme.
Yo estaba con una amiga, y demasiado bien se portó porque hizo de carabina y sujetavelas.
Fue una noche rara. Estábamos los dos un poco bebidos, controlando, pero bastante desinhibidos. Recuerdo estar los tres sentados en un escalón, con mi amiga en medio haciendo de intermediaria, en plan juego. Empezamos a decirnos el uno al otro que nos queríamos, pero a través de mi amiga, como transmisora de los mensajes.
Al final nos levantamos, y nos enrollamos. No duró demasiado tiempo, porque él tenía que irse para recoger a su chica, pero volvió a ser un momento digno de ser recordado. Solo faltaba que salieran corazones de nuestros cuerpos.
Siguieron pasando los años.
Dejé de ir a la playa. No vivía con mis padres, y había empezado a trabajar, por lo que era complicado.
Le escribía cartas (muy normales, de las que se escriben los amigos), y aunque él nunca me escribió, si me llamó en alguna ocasión.
Un día recibí una carta de su novia, muy ofensiva, como la de alguien que quiere proteger a su novio. Fue muy cínica, y me soltó algo como que me fastidiase, porque yo nunca me había acostado con él, y ella había sido la primera. La verdad es que fue una carta de lo mas vulgar. El origen de esta carta, tenía que ver porque había leído las cartas que yo le envíaba, y se pensó que era una técnica de conquista, para quitárselo o algo así.
Pero supe salir de la situación. Le respondí; le conté que nunca había pasado nada con su novio, que sólo éramos buenos amigos, y que me tenía para lo que quisiera.
Durante un tiempo incluso intercambiamos cartas como buenas amigas.

Los años seguían pasando. Él cortó con su novia. Y en unos carnavales decidí ir a hacerle una visita. Creo que yo tendría unos 25 años.
Quedamos en una plaza, y si no es porque él estaba en un sitio determinado y parado, creo que no le habría reconocido. No estaba como le recordaba. Era todo un hombre. Más cuerpo, mas masculina su cara, etc. Y es que los hombres, de los 18 a los 27 años, cambian mucho.
Estuvimos hablando bastante, y noté que ya no era el chico del que yo me enamoré. Se había vuelto mas duro, menos sensible, mas serio. No sabría describirlo del todo.
Pero digamos que todo este análisis de su personalidad no fue inmediato, tuvo un proceso.
En un primer lugar, sentí como que recuperaba algo. Y además tenía una asignatura pendiente con él. Realmente siempre soné con perder mi virginidad con él, era el típico sueño erótico-romántico de adolescente.
Pero ya era tarde para eso, aunque no quitaba que tuviera ganas de probar lo que me había perdido.
Y claro, él ya no era mi "niño" con miedo a los sentimientos, etc. Era un hombre, y sabía lo que quería.
Así que no recuerdo ni como lo decidimos, pero nos fuimos a un hotel a pasar la noche juntos.
Hubo mucho sexo, demasiados años conteniéndolo. Me llamó la atención como era capaz de controlar su eyaculación. Creo que nunca he conocido a nadie que fuera capaz de controlarla de tal manera.
El intentaba por todos los medios que yo tuviera un orgasmo, pero tuve que hacerle entender que eso era imposible, que no se obsesionara. Es que duraba tanto, que llegaba un momento en que tenía que decirle que parara porque empezaba a dolerme a mi....
Me sentí halagada cuando me comentó que nunca pensó que yo fuera tan buena en la cama. Egoistamente pensé - que se fastidie, por no haber querido ser mi pareja....
Meses después, él vino a la ciudad donde yo vivía, y durmió en mi casa. Volvimos a hacer el amor, pero sentí que ya no había feeling entre nosotros. No cuajó, no sentía nada hacia él.
Así que cuando él regresó a su casa, hablamos alguna vez por teléfono, pero perdimos totalmente el contacto.

¿Como explicarlo? Creo que lo que pasaba es que yo estaba  (y estoy) enamorada de su recuerdo, de como era en nuestros primeros tiempos. Pero la vida da muchas vueltas, los caracteres se van forjando con los palos que te dan, y ya no me gustaba tanto la persona en la que se había convertido.
Noté por como hablaba de su exnovia, que todo este cambio de su personalidad había sido influenciado en gran manera por la relación que tuvo con ella, que por lo visto le hizo sufrir bastante.

SECRETOS DE BELLEZA

Es curioso, pero cuando era más joven me cuidaba la piel más que ahora. Seguramente porque tenía más tiempo, o le daba más importancia, no sabría decirlo.

Desde los 15 años ya tenía la rutina de lavarme la cara por la mañana y por la noche, para posteriormente echarme mi cremita. A partir de los 22, usaba de vez en cuando exfoliantes y mascarillas.
 Imagino que aparte de mi genética, todo esto influenciaría en mi buena piel, de color uniforme, sin marcas, etc.
Siempre me había gustado el sol, tirarme horas y horas poniéndome morenita, pero cuidando muchísimo la protección. Mínimo factores 15 estando ya morena (empezaba con factor 20 o superior) y reaplicando después de cada baño.
Pero a partir de los 26. mas o menos, empecé a protegerme mas. Notaba que a mi blanca piel le salían pecas, y lunares por efecto del sol, así que dejé de tomarlo, y no solo eso, a partir de los 30, usaba como crema hidratante de día, cremas de protección superior a 50.
Sobre los 30, ironías de la vida, ya no me preocupaba tanto lo de las mascarillas, limpiezas de cutis etc, y no siempre me apetecía echarme la crema de la noche, solo cuando me maquillaba.

Porque esa es otra, siempre he sido un poco vaga o no lo suficientemente presumida para pintarme todos los días. Bueno, también es que depende de los trabajos. Cuando estaba de camarera, pues me pintaba ralla, rimel, pintalabios y andando. Pero cuando estuve en supermercados, no me preocupaba tanto de este tema, y menos en verano, que se me derretía todo.

Maquillaje como tal, lo usé hasta los 30, porque no me gustaba mucho mi color de piel, a mis ojos lo veía como amarillento (pero creo que era solo a mis ojos). Luego ya me parecía que tenía un buen tono, así que como mucho, uso maquillaje en polvo, y siempre corrector de ojeras, porque eso es algo que siempre tengo.
Aunque lo de las ojeras creo que también es por lo blanquita que soy, ya que cuando estoy más morena, se me ven menos o incluso no se me ven.

Para mi pelo, uso siempre mascarilla capilar como crema suavizante. Lo he tenido corto como un chico, pero me gusta largo. Ahora estoy con el reto de conseguir que me llegue hasta el culo, pero me cuesta mucho. LLevo con ese reto 12 años, y solo he conseguido tenerlo por la cintura.
Lo tengo rizado, y aunque me gusta, hubo una época en que incluso me hice permanente para tenerlo más rizado. No soy de experimentar demasiado con los colores. He probado con tintes no permanente negro y pelirrojo, pero no me gustaban, así que soy tradicional, como mucho, mechas.
Bueno, eso de mechas, hasta el año pasado, porque me han salido un montón de canas, y las mechas no me las tapan, así que he empezado a teñirme toda la cabeza, cada mes y medio, pero de mi color, para que no se note mucho la diferencia con la raíz de mi pelo.

Lo de las canas, tal vez me las vea yo más de lo que en realidad se ven. No sé por qué me han salido tantas de golpe, pero puede que sea por la ansiedad de no encontrar trabajo, o simplemente porque estoy en la edad de que salgan.

Solo tengo un par de arruguillas en los ojos, pero lo llevo fatal. Se que aparento mucho menos de los años que tengo, por mi forma de ser y el aspecto de mi piel, pero yo me busco y rebusco todos los signos de vejez que pueda tener. Llevo fatal lo de envejecer. Si tuviera dinero, seguramente sería de las que a determinada edad me haría un lifting o algo así.

La piel del cuerpo la tengo bastante seca, así que siempre que me ducho tengo que echarme crema hidratante (y si me la echan, mucho mejor, porque me resulta excitante, sobre todo si quien me la echa también se acaba de duchar, no tiene ropa y su piel sigue un poco húmeda. Me estoy poniendo mala solo de pensarlo...).

Respecto a las marcas de mis productos de belleza no soy demasiado exigente, depende del producto:
Laca y champú - de siempre me ha gustado Pantene
Crema del cuerpo - me da igual, mientras sea muy hidratante. Voy probando.
Perfumes - Como perfume soy fiel a Aire de Loewe, pero como es muy caro, solo me lo pongo  cuando salgo y cosas así. Tampoco me desagrada Sunflowers de Elisabeth Arden.
Para diario, en principio me gustan las colonias frescas o imitaciones de mis perfumes favoritos. Ultimamente uso mucho una llamada Aire de Sevilla, que me encanta
Maquillajes - Como pintalabios, que sea fijo y no manche los vasos ni las caras cuando doy besos. Las sombras, sobre todo que me gusten los colores, generalmente tierra. Cuando me pinto, no me convence llevar demasiados colores en los ojos.
Uso rimmel, lapiz de ojos permanente y eyeliner para el párpado superior. No puedo usar lapiz de ojos en el párpado superior, porque lo pierdo con nada y me deja manchado el párpado.

Cuando era más jovencita, era más delicada con las cremas. Normalmente usaba fluido facial de Nivea, y no podía echarme cremas demasiado cremosas como por ejemplo las de Pons, porque me salían granos.
En cambio ahora me puedo echar cualquier cosa, incluso la crema de noche. Llevo una temporada usando la Q10 de Nivea.

En lo que compro productos un poquillo más caros es en la crema contorno de ojos (porque es una zona muy sensible) y en el maquillaje. Si utilizo maquillajes baratos, me salen granos. Me gusta Clarins





Admito que soy muy vaga para hacer deporte, pero no me disgusta pasear. Cuando hago turismo, puedo estar horas y horas andando sin problemas.

Soy muy dormilona. Para mi ocho horas diarias es imprescindible. Si no las puedo dormir por la noche, duermo lo que falte a la hora de la siesta. Y soy de las que duermo la siesta en la cama, con pijama, etc. Lo normal en mi, cuando no trabajo, es dormir una media de 9 horas. Por supuesto, en estos casos, no necesito dormir siesta.

En mi día a día, soy muy tranquila, no me agobio por las cosas, y es muy raro que tenga estress, si alguna vez lo tengo, es trabajando, pero lo olvido generalmente al llegar a casa.
Intento disfrutar con todo lo que hago. Nunca me aburro, y siempre he dicho que el que se aburre es porque tiene la mente vacía, o lo que es lo mismo, no tiene imaginación para saber como ocupar su tiempo.
Yo sería feliz sin trabajar. Si lo hago es porque necesito el dinero para vivir.
Ahora que por ejemplo tengo mucho tiempo libre hago de todo menos estar limpiando la casa. No me agobia la limpieza. Limpio solo cuando veo que hace falta, pero no por rutina ni mucho menos. Y para mi hacer falta, significa que puedo escribir en los muebles o veo bolas de pelusa por el suelo.
Donde soy más limpia es en el baño y la cocina, que son sitios donde es más importante la higiene.

QUÉ ME GUSTA EN UN HOMBRE

Si hablamos puramente de lo físico, el tipo de hombre que me hace sentir cosas solo con mirarlo, seguramente sería de raza árabe.
Me atraen los hombres de pelo negro y brillante, ojos verdes penetrantes con largas y tupidas pestañas oscuras; el color de piel, dorado, sin ser demasiado moreno.
Admito, que cuando veo un cuerpo musculoso de raza negra sin ropa, se me van los ojos. Es que aparte del brillo que tienen, los músculos naturales son mas definidos.
Esta pequeña perversión que yo tengo, es muy curiosa, porque mi marido la conoce, y cuando veo a un morenazo de estas características en la tele se me escapa lo de "que bueno está ese tío". Mi marido se ríe, e incluso, si no hago ese comentario, es él quien me dice ¿no te gusta ese?

Yo también le aviso cuando veo mujeres de las que sé que le gustan. Es que el estar enamorados, no quita que tengamos ojos....

No me llaman los hombres depilados, pero tampoco los osos....Lo que no me gusta son los pelos por la espalda, y en el culete, los justos....
Sin barba, y con las cejas definidas, sin pelos en el entrecejo.
Altos, mas o menos de 1.80, y fuertes, pero no de cuerpo culturista. Me gusta la musculatura natural.Puede que para mirar me fije en un cuerpo escultural, no lo puedo evitar, pero en la práctica, no me gusta que estén demasiado duros, porque si no, no puedo agarrar, se me escurren las manos, y yo soy de tocar mucho. Aunque si me resultan excitantes los biceps....

No me atraen los hombres delgados, de aspecto débil. Imagino que porque yo no lo soy, y abultaría más que ellos....

El tamaño del pene, lo siento por el ego masculino, pero si importa.....Mas que la longitud, el grosor, y lo dura que se pueda poner....Personalmente, con unos 15 centímetros de larga me basta, porque de mas longitud, en algunas posturas, me dolería (no tengo la vagina tan profunda....).
Me gusta que el hombre sea dominante en la cama, pero no en la vida real. No es que sea feminista, pero un hombre machista lo llevaría muy mal conmigo.
Físicamente admito que no somos iguales, pero si el hombre limita la capacidad y libertad de una mujer solo por ser hembra, aparte de estar muy equivocado, chocaría bastante conmigo. Podríamos ser amigos, pero mejor no tocar según que temas, porque terminariamos tirándonos los trastos.

Para conquistarme, aparte de haber algún tipo de feeling, química, sobre todo debe de demostrarme que me quiere. No es que necesite que sea un super romántico, pero si necesito que sea muy cariñoso. que note continuamente que me desea, que quiera besarme, tocarme, y decirme todos los días que me quiere. Así es mi marido, y por eso ha conseguido cazarme. Llevamos 12 años juntos, y seguimos pareciendo novios. Y él sabe que si no siguiera siendo de esa forma, mi relación habría terminado. Yo no quiero una relación por costumbre, por rutina, o simplemente porque quieres a tu pareja. Para mí no es suficiente basar una relación sentimental en la amistad. Necesito amor, pasión, deseo contínuo, echar de menos al otro cuando no está a tu lado, necesitar sentir su piel junto a tí, preocuparme si no me llama a la hora a la que estamos acostumbrados, etc.

En mi matrimonio somos así, y espero que lo sigamos siendo hasta que sea una abuelita, porque en caso contrario, para eso mejor estar sola.

Cuando hablo de pasión, etc, no hablo exactamente de sexo. Es importante, pero no lo principal. Realmente con uno o dos polvetes a la semana me apaño. Y además, admito que he estado con hombres que sexualmente me gustaban más que mi marido, ya que éste último tiene algunas cosillas que me fastidian un poquito, pero a las que me he acostumbrado porque las compensa con su gran capacidad de amar.

Yo no podría mantener una relación con un hombre que estuviera lejos de mi, como puede ser un marinero, o alguien que viaje mucho. Digamos que necesito dormir acompañada, por expresarlo de alguna manera.

Y tampoco soy capaz de enamorarme de alguien que no me quiere. En un principio, puede que me enamore, pero no me gusta sufrir por amor, así que en poco tiempo, si el hombre no me da lo que yo necesito para ser feliz, me distancio sin problemas. Y lo siento por él si llegado este momento quiere reconquistarme, porque entonces ya es complicado para mi volver a sentir lo mismo.

No soy celosa ni posesiva. Si un hombre no quiere estar a mi lado, pues que no lo esté, nadie le obliga. Pero no soy de las que ve bien lo de salir cada uno por su lado.
Bueno, esto es relativo. Veo normal salir con amigos por separado, pero lo que no veo normal, es que por hacer tal cosa, uno de la pareja, se quede solo en casa. En ocasiones especiales, puedo entenderlo, como una cena de empresa, una salida esporádica, pero no por costumbre. Es que en estas situaciones, yo estaría echando de menos a mi pareja, y no disfrutaría completamente de la salida.
Mi marido en este campo piensa lo mismo que yo, así que no hay problemas de entendimiento.

Yo no soy celosa, pero tampoco tolero los celos ni el sentimiento de propiedad. Por ejemplo, yo tengo más amigos hombres que amigas (es que me entiendo mejor con ellos), e incluso puedo tener una relación de amistad con exnovios sin tener que sentirme atraida por ellos. Por lo tanto llevaría mal que mi pareja estuviera controlándome si hablo con tal o cual hombre.
Pero en la práctica, yo soy así de respetuosa. Un ejemplo de ello, es que invité a pasar unos días en mi casa a una exnovia de mi marido (estuvo 3 años con ella y fue con quien perdió su virginidad), y me calló super bien, hasta el punto, que yo fui también a visitarla a su hogar. Y un detalle de esta visita, es que nada más llegar, como yo estaba agotada del viaje, me eché un rato en la cama, y mientras, dejé a mi marido y a ella solos para que hablaran de sus cosas.

Infidelidad. Pues mira, ojos que no ven, corazon que no siente. Asi que mientras no me entere de nada, me da igual. Cuando digo que no me entere de nada, quiero decir que no debo notarlo ni por su cambio de actitud hacia mi, ni por excusas para pasar el tiempo con la otra persona en lugar de conmigo, etc. Asi que para serme infiel, no es imposible, pero hay que currarselo mucho. Y ay del hombre del que me entere que lo es.....Se acabaría nuestra relación, seguramente. O eso creo....Es que cada caso es un mundo. En fin, mejor que no me entere, y así no me lo tengo que plantear.

Y que conste que yo no soy una santa, y puede que alguna vez haya pecado en esto de la infidelidad, pero como ya iré contando, en ocasiones especiales. Cuando la relación no me llena del todo, inconscientemente busco un sustituto, para ayudarme a romper con la relación actual. Asi que en alguna ocasión he estado con dos hombres a la vez durante un corto periodo, hasta que he terminado con la primera relación para continuar con la segunda.

Asi que admito que en mi caso hay que atarme corto, pero no con celos o posesión, sino con amor. La única forma de atarme es demostrándome lo mucho que me quieren, tal y como hace mi marido. Tan segura estaba de que él sería capaz de quererme como yo necesitaba, que me casé con él a los 6 meses de conocerle.

Y en relación con esto del amor, está el trabajo. No me gustan los hombres que anteponen el trabajo a la pareja. Yo no necesito grandes cantidades de dinero para ser feliz. Por lo tanto no me gustaría un hombre que estuviera todo el día trabajando en lugar de estar a mi lado. Por supuesto no es lo mismo hacerlo por necesidad que por ambición.
Si no es necesario para vivir hacer horas extras, pues prefiero que no se hagan. Hay una frase al respecto que me gusta: "Ya tengo hipotecado mi dinero, por lo que no voy a hipotecar mi vida"
Me llama la atención estas parejas, que cuando están de vacaciones están todo el día discutiendo porque no estan acostumbradas a pasar tanto tiempo juntas.
A mi me gusta pasar todo el tiempo que pueda con mi pareja. Un ejemplo de ello. Cuando queremos ver cosas diferentes en la tele (digamos una peli romántica yo, y él un partido de futbol), pues no nos separamos. Uno de ellos lo ve en la tele, y el otro, por ejemplo, en el ordenador con auriculares.
 Para poder disfrutar al máximo de estar juntos, creo que hay que tener gustos y aficiones que se puedan compartir. Por ejemplo, en mi relación: Nos gusta pasear, hacer turismo, la informática, coincidimos en muchos gustos de películas, en experimentar con restaurantes, nos encanta ir a hacer la compra juntos. Bueno, es que si podemos, hacemos todo lo posible para ir juntos a todos sitios.
Y esto forma parte de la manera de amarme que yo necesito para no tener que buscar fuera lo que no tengo dentro....

lunes, 6 de diciembre de 2010

Directorio webs de espana

MI PERSONALIDAD Y FISICO

Ya de niña era de constitución fuerte. Siempre medía lo mismo que pesaba (por ejemplo, 1,45m y 45 kg). Y aunque no puedo decir que estuviera gorda, la verdad es que siempre me sentí la rellenita. Tenía asumido que si no tenía más amigas era por este detalle.

Con los años me he dado cuenta, que si no era capaz de tener tantas amigas como yo quisiera, no era solo por mi físico, mi forma de ser también tenía que ver.

En mi niñez era un poco tímida, y en algunos casos tal vez introvertida. Pero si analizo mis recuerdos, debido a mi vergüenza, vivía mucho en mi propio mundo interior, y en muchos casos me daba igual lo que me rodeaba.
Me costaba horrores eso de hacer nuevos amigos, lo típico de ¿quieres jugar conmigo?.
Siempre fui muy curiosa, me gusta saber el por qué de las cosas, y necesitaba entenderlas, no me bastaba saber por saber. En clase era de las que preguntaba mucho. Se que a los profesores les gustaba el interés que mostraba, pero a mis compañeros les molestaba, ya que ellos solo pensaban en terminar las clases.
Tuve mi primer periodo a los 13 años, y tenía mucho cuerpo para mi edad.
Medía 1,65 y pesaba 65 kg.
Cuando iba a las discotecas con mis amigas, yo me ponía en el lado de la taquilla para taparlas a ellas, que abultaban menos (en aquella época las chicas no pagábamos).
En esa época, como veía que no tenía el mismo éxito con los chicos que mis amigas, me hacía sentir mas "fea" de lo que era. Me pasaba mucho que los chicos hablase conmigo como amigos, pero luego se liaban con mis amigas.....
Con los años me fui dando cuenta de mis errores.

Para empezar, para nada era (ni soy) fea. Soy una mujer de curvas, no lo niego: mucho pecho, piernas bonitas, caderas estrechas. Y creo que soy guapa, sobre todo pintada. Me gusta mi pelo (rizado), tengo ojos grandes, pestañas largas y sonrisa dulce. Mi marido dice que soy como una muñeca....
Pero en mi adolescencia, para los chicos de mi edad tal vez era mucha mujer,  y realmente los que se fijaban en mi eran los que pasaban de 25 años aproximadamente.
En el tema de la conquista, siempre he sido un poco tímida, digamos a la antigua.
Con esto quiero decir, que no soy de las que me presento a los chicos, y tampoco soy capaz de mantener una mirada con un desconocido. Cuando me gustaba alguien y lo miraba, si me daba cuenta de que el podría mirar en mi dirección, apartaba la mirada. Admito que en este detalle no he  cambiado.

Empezado el contacto, si que resulto simpática, soy una gran conversadora, y me gusta mucho conocer a las personas.

Sobre los 23 años, noté que era capaz de atraer con mas facilidad a los hombres, por lo que he comentado antes, mi cuerpo era atractivo para hombres de verdad, no para niñatos....

Pero también los chicos con los que empecé a salir, eran más maduros, y mis relaciones empezaron a ser mas largas.
Hasta los 22 años, creo que salí con unos 4 chicos, y con el que mas duré fue 4 meses.
A partir de esta edad,  tuve unas 3 relaciones de 6 meses, y dos de dos años.

No sé si he olvidado a alguien. Pero aunque estaba con pareja, si que era consciente de que me miraban más que antes. Bueno, a lo mejor no es que fuera más que antes, sino que los que me miraban ya entraban en mi campo de edad (con 15 años, un chico de 25 se me hacía muy mayor....).

El tema de los complejos por mi físico se ha extendido hasta hace unos 3 o 4 años.
Siempre intentaba disimular mi pecho, y mis brazos. Usaba ropa amplia y nunca tirantes.
Incluso con mi marido, no era capaz de desnudarme delante de él. Con esto quiero decir, que no me importaba que un hombre me viera desnuda, pero era superior a mis fuerzas el desvestirme delante de ellos, el hecho de que me observaran mientras lo hacía. Digamos que no era muy exibicionista, una de las razones por las que no era capaz de hacer un streaptease.

Pero los años no pasan en balde, y he cambiado mucho en este aspecto. Ya no me importa ir con ropa que marque mis pechos, y me pongo tirantes sin problemas.
Y lo del exibicionismo, pues en eso también he cambiado bastante. Ahora hasta me paseo en pelotas por la casa.....

Pero hay algo que no soy capaz de explicar del todo. Desde hace años me cuesta ponerme minifalda. Es verdad que he ganado bastantes kilos (unos 15), pero no creo que sea solo por eso.
Mis piernas siguen siendo bonitas, pero cuando me visto con minifalda y ropa ajustada, me miran mas de lo que mi seguridad me permite.....
Me explico. Aunque me sobran kilos, noto cuando los hombres me miran con deseo, porque a los hombres de más de 45 años se que les gustan las mujeres como yo, que haya donde agarrar.....Y cuando me pongo la minifalda, digamos que me miran mas todavía, y me siento incómoda. Halagada, si, pero, me da corte. Me sale la vena tímida....
Recuerdo cuando iba al instituto y cambiaba de acera para no pasar delante de los chicos que estaban sentados hablando, y solo era porque me cohibía el que me mirasen. Es que es una sensación muy rara. Por un lado me es agradable ser atractiva, que me piropeen, que intenten ligar conmigo, pero por otro, en algunas circunstancias, me corto muchísimo.