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En él cuento mi vida, pensamientos, recuerdos, un poco de todo, pero siempre con la verdad por delante y sin pelos en la lengua...

Si eres alguien con prejuicios, retrógrado, de los que pones etiquetas a las personas, puede que no te guste lo que leas.

Si tienes una mente abierta, tal vez aprendas incluso alguna cosa que no supieras, y no tengo problemas para aclarar dudas de todo tipo, siempre que esté en mi mano....

miércoles, 8 de diciembre de 2010

LOS HOMBRES DE MI VIDA (2ª Parte)

NÚMERO 1

Era un guapo rumano de ojos azules, de preciosa sonrisa (o a mi me lo parecía). Tenía un cuerpo normal, y sería mas o menos como yo de alto. Como anécdota comentar que nunca mas me he enrollado con un hombre de ojos azules, fue el único. Y es algo curioso, la verdad. Con hombres de ojos verdes si ha habido varios

Le conocí en una discoteca.
Me gustaba bastante, aunque me hacía un poco de rabiar. Cuando salíamos con nuestros amigos, a veces me hacía mucho caso, pero otras era como si pasara totalmente de mi.
Me tenía desconcertada.
Una noche que estábamos dándonos el lote en mi casa, de repente, y sin planificarlo, le pregunté si tenía un preservativo, y yo misma se lo puse e hicimos el amor. Fue mi primera vez, y la verdad es que no sentí nada especial.
Si, me resultaba agradable, pero su pene no era demasiado grueso, y no sentía casi nada.
Pero en el fondo a mi esto me daba igual. Para mi es mas importante otras fases de la relación.
El sabía que yo era virgen, pero tampoco puso muchos reparos en echar el polvo.
Tengo que decir, que hasta ese momento, ni siquiera le había dejado meterme mano. Lo admito, era un poco radical en este campo.
En esta época en la que ya no era virgen, podía enrollarme con un chico y no dejar que me tocara, o podía directamente llevármelo a la cama. Según lo que me inspirase el momento o el chico.

Me cansé de su forma de ser, el ahora si, ahora no, por lo que corté con él, y en apariencia no le afectó demasiado, cosa que aún me mosqueó mas....
Seguíamos saliendo en pandilla, y él se portaba de lo mas tonto, apenas me hablaba.
Hice una fiestecilla en mi casa, y  creo que él debió de beber mas de la cuenta.
Cuando ya se fueron todos, el quiso quedarse a hablar conmigo (milagro, ahora si quería hablar...) e intentó besarme. No le dejé, y le recordé el por qué había cortado con él. El sabía hace tiempo las quejas que tenía sobre su comportamiento, y no por eso cambió de forma de tratarme, por lo que la culpa de que rompiera nuestra relación, fue suya, así que no me convenció que ahora de repente quisiera volver conmigo. Había perdido su oportunidad.
Debió de disgustarle bastante mi actitud, porque cuando se fue, en un ataque de furia, dio un puñetazo al cristal del ascensor, rompiéndolo.

NÚMERO 2

Trabajaba como camarero frente a mi universidad, y de vez en cuando habíamos intercambiado alguna mirada de esas que lo dicen todo.
Un día quiso que quedáramos a la salida de su trabajo, junto con su compañero, y me llevó a un local de esos que son solo para parejas. Me pidió salir y yo acepté, y en ese mismo "antro", sino es porque le puse freno, quería echar un polvo. En ese momento solo se me pasó por la cabeza que este chico corría mucho.

Siempre quedábamos al salir de su trabajo, y siempre terminábamos follando en el salón de mi casa. Yo intentaba que quedáramos a otras horas, pero no lo conseguía.
Yo sabía que su compañero de trabajo estaba casado, y como veía que cuando salía con nosotros iba en plan de ligar, medio en broma medio en serio, le solté una indirecta sobre el tema, a lo que él me respondió que yo era la menos indicada para hablar, puesto que mi "novio" también estaba casado.
Es curioso, pero en esa fase de la relación, no es que me hiciera daño sentimental, porque no estaba enamorada, y me dio por preguntar a mi "novio" del por qué de su infidelidad.
Ese día me dio un poco de morbo, y tal vez nos vimos un par de veces más, pero ya no quise verle mas. Yo no rompo parejas....

NÚMERO 3 -mi semental...

Nos conocimos en una discoteca. Era muy tarde y yo ya estaba harta. Esperaba a que fueran las 6 de la mañana para poderme ir en el transporte público a mi casa.
Nos enrollamos en su coche, y acepté que me llevara a casa.

Podría sonar muy irresponsable de mi parte el montarme en el coche de un desconocido e incluso dejar que me llevase a casa. Pero es que siempre he tenido una especie de sexto sentido para saber de quien fiarme.
Era algo parecido a lo de que a algunos hombres no les dejaba propasarse conmigo, pero a otros les dejaba de todo.
Y lo mismo, a algunos hombres, los subía hasta mi casa, pero a otros ni siquiera les hacía saber mi dirección exacta. No sabría explicarlo con exactitud, pero gracias a Dios, nunca tuve ningún susto.

Sigamos.
Este hombre me sacaba 10 años (nunca había estado con un hombre tan mayor), y me resultaba muy atractivo.
Subió a mi casa y nos fuimos a la cama....
Bueno, lo de la atracción se quedó corto. Era pasión animal, lujuria desenfrenada, una química increíble. Esa primera noche echamos 4 polvos.  Y esa sensación fue algo mutuo, hasta tal punto que hoy en día él sigue sintiendo lo mismo hacia mi y estamos hablando que ya han pasado casi18 años desde que nos conocimos.....(es que dejo huella, je, je)

Teníamos una relación, muy intensa, pura pasión, y claro, empecé a enamorarme de él. Pero sentí que él no se enamoraba de mi. No quería compromiso.
Eramos muy amigos, nunca nos mentimos sobre lo que sentíamos y pensábamos, por lo que no puedo decir que me sintiera engañada.
Me cansé de esperar a que él se enamorase de mi, por lo que mas o menos a los dos meses, conocí a otro chico, y le dejé.



NÚMERO 4

Era un compañero de la universidad. Llegamos a ser unos fantásticos amigos, hablábamos muchísimo, y no solo nos veíamos en clase, sino que salíamos los fines de semana.
Yo sentía por él cierta atracción, no lo niego, porque había tanto cariño, que se confunden a veces los sentimientos. Pero como no notaba nada especial por su parte, pues puse mis ojos en su amigo, el cual me pidió salir y acepté.

Ironías de la vida, mas o menos una semana después, nos fuimos de juerga, y bebimos bastante.  Bueno, tal vez la que bebió fui yo, porque él estuvo conduciendo, por lo que no estoy segura.
Nos lo habíamos pasado muy bien, y no quería que se acabara la noche. Él tenía que llevar a sus amigos a sus casas, y le acompañé, a condición de que volviéramos a mi casa para seguir hablando.
Pero yo estaba muy "suelta" esa noche, y cuando regresamos, precisamente no hablamos....
Casi le violo, y la verdad es que no opuso demasiada resistencia. Para mi que la tensión sexual estaba en el aire....

Pero no follamos (y no por falta de ganas, porque ganas tenía muchas....), él no quiso. Ninguno de los dos perdió los pantalones. Con esto quiero decir, que nunca he sabido como era su pene....

Llegó el lunes, y estaba super nerviosa por hablar con él sobre lo ocurrido. Quería aclararlo. Le gustaba, no le gustaba. Si me decía que sí, cortaba con su amigo, que total, solo llevaba una semana con él....

Pero este chico era demasiado formal. Y perdí mi oportunidad con él. Creo que si las cosas hubieran evolucionado de forma distinta, tal vez mi actual marido no sería el que tengo ahora, sino este chico. No sé por qué, pero siempre tuve esa sensación.

El admitió que yo le gustaba mucho, pero que no podía hacerle eso a su amigo. Por lo que la cosa se quedó como estaba.
Yo empecé a salir con el amigo, y seguimos siendo los buenos amigos de siempre.
No volvimos a tocar este tema, hasta quince días antes de casarme.....

Pasaron los años, yo tuve otros novios, mi vida cambió en gran manera al dejar de estudiar y empezar a trabajar, pero siempre mantuvimos nuestra relación de amistad.
Quedábamos de vez en cuando, y le presenté a mis amigas. Empezó a salir con una de ellas de origen peruano.

Esta chica me solicitó celebrar su cumpleaños en mi casa, a lo que yo accedí. Ellos ya llevarían un tiempo saliendo, pero no recuerdo exactamente cuanto.
Ese día tenía a un amigo mío, también peruano, pintándome la casa (hablo de este chico más adelante).
Cuando finalizó este cumpleaños, decidimos irnos todos a bailar, y esta chica me preguntó sobre mi amigo el pintor; quería saber si vendría con nosotros. Yo le dije que no, puesto que no estaba invitado a la fiesta, pero me quedé con la duda de esa pregunta, porque se me hizo rara.

Ya en la calle, saqué el tema, y me quedé horrorizada, con lo que me respondió (no sé si el adjetivo horrorizado es el apropiado, pero es que me cambió totalmente el semblante)
Me soltó que si ella no se juntaba con los de esa clase en su país, no lo iba a hacer aquí. Yo no lo entendía bien, puesto que para mi los dos eran del mismo país, y de la misma raza. Incluso le comenté, que mi amigo tenía cierto nivel de estudios, que por circunstancias de la vida, no había podido terminar. Pero ella me soltó una frase que me dejó por los suelos:
- No es cuestión de dinero o de estudios, es cuestión de clase....

Nunca había conocido a alguien que hiciera una separación tan radical de clases sociales. Puedo medianamente entender que gente con mucha diferencia cultural o de dinero no se sientan cómodos juntos, pero es que este no era exactamente ese caso.
A mi me dolió mucho, porque el chico peruano era un gran amigo mío, y le conocía de antes que ella.

Estuve esa noche muy rara, muy distante, dándole vueltas al tema, hasta que mi amigo el universitario vino a hablar conmigo para saber que es lo que me pasaba.
Y no pude reprimirme, por lo que le conté lo sucedido. Y nunca imaginé que este chico, debido a lo pasado, rompiera su relación con la peruana, porque también se quedó asustado por el tema.
Él me comentó que en alguna ocasión, había intentado llevar a esta chica a lugares latinos, pero ella nunca quería entrar porque supuestamente no le gustaba el tipo de gente que había dentro....

La chica se enfadó muchísimo conmigo, me llamó de todo, y más o menos me soltó que por fin había conseguido lo que quería, el que ellos rompieran para yo poder quedarme con su chico.
Eso no era real, yo respetaba su relación, y hacía ya mucho tiempo que desistí de conquistar a mi amigo, cuando tuvimos nuestra "gran conversación".

Pasó el tiempo, mi amigo volvió a salir con la peruana, y la convenció no solo de que hiciera las paces conmigo, sino que viviera en mi piso.

Ella se quedó embarazada, y él decidió casarse con ella.

Unos 15 días antes de su boda, mas o menos, mi amigo me llamó porque quería hablar en privado conmigo.

Entre otras cosas, saqué el tema de la boda suya. Le pregunté si estaba realmente enamorado, porque sabía que hacía unos pocos meses habían estado separados.
El me dijo que la quería, pero que no estaba enamorado, y que incluso había estado con alguna chica en ese periodo de pausa en su relación. Pero según él , tenía que hacerlo por respeto a su hijo.
Intenté hacerle ver, que cuando una pareja se casa debe ser por amor, no por respeto. Y el respeto, para quien debe ser es para su mujer, porque si no, en un futuro, puede ser incluso infiel....

Luego salió el tema, de que por lo visto, su "novia" siempre había tenido celos de mi. Yo comenté que como podía ser eso. Que si todavía no estaba convencida con todos los años que llevábamos de amigos, y más teniendo en cuenta, que si estaban juntos era gracias a mi.
Pues este chico va y me suelta que ella tenía parte de razón, como un sexto sentido, y que yo siempre le había atraído muchísimo, hasta el punto de pensar en mi cuando estaba haciendo el amor con ella....

Menuda cara de tonta que se me quedó. Y claro, cuando le pregunté el por qué no había hablado nunca de estas cosas conmigo, me soltó, que por una cosa o por otra, yo siempre tenía novio....Y en parte tenía algo de razón...

Por eso siempre digo, que tal vez las cosas hubieran sido diferentes si en la conversación que tuvimos tras nuestro rollo, él hubiera aceptado a salir conmigo.
Seguro que mi vida sería totalmente diferente, e incluso habría acabado mi carrera.

Le invité a mi boda, pero no pudo ser porque coincidía con su despedida de soltero, y es que casualidades de la vida, nos casamos con 15 días de diferencia.

NÚMERO 5

Bueno, pues empecé con el amigo.
Estudiaba "Física", pero era un chico muy inseguro, depresivo e inmaduro.
Por lo que me contó años después, empezó conmigo por el rollo, echar un polvo, etc, pero le salió el tiro por la culata, porque se enamoró de mi....

Debido a sus inseguridades, era impotente. A veces conseguía que se le levantara un poco e intentábamos algo de sexo, pero o duraba segundos o ni siquiera funcionaba el asunto.
Pero sinceramente, eso a mi me daba igual. No era el problema en nuestra relación, era su personalidad. Le tenía cariño, me gustaba, pero siempre había algo que no terminaba de cuajar.

Hubo una vez que tuve un retraso y me asusté mucho. Como nunca se le empinaba del todo como para ponerle un preservativo, solo usaba supositorios espermicidas.
Creo que nunca llegó a eyacular conmigo. Pero todo podía pasar.

Fui al ginecólogo por primera vez, y empecé con la píldora.
Este chico hizo algo que me hizo enfadarme mucho con él.
Le transmití mis miedos a estar embarazada, y a él no se le ocurre otra cosa que comentarlo en su casa.

Yo no conocía a su familia, y me sentí muy avergonzada de que fuera aireando nuestras intimidades. Creo que esto fue determinante para ir mermando nuestra relación.

En verano empezó a trabajar como vendedor ambulante para sacarse algo de dinero, e hizo amistad con un chico de origen alemán.
Este chico empezó a salir con nosotros, e intuí que sus miradas, no eran del todo"puras".
Mi relación no iba bien y buscaba como escapar de ella, aunque no estaba del todo segura....

Una noche apareció este alemán en mi casa solicitándome que le guardara una bolsa, porque supuestamente había tenido un problema en el hostal donde se alojaba y le habían echado.

Ahí empezó todo. Maldigo el día en que le dejé entrar en mi casa.....
Esa noche echamos un polvo, y durante un mes mas o menos tuve una relación paralela, hasta que definitivamente corté con mi "estudiante".
Habíamos estado juntos unos 6 meses.

NÚMERO 6 - EL ALEMÁN

No tuvo una infancia feliz, y creo que esto debió de afectar a su forma de ser y de vivir. Estuve con él dos años, pero no debí ni siquiera empezar.
Nuestra relación fue tormentosa y complicada desde el principio.
En numerosas ocasiones le dejé, muy convencida de lo que hacía. Pero él siempre me suplicaba que volviéramos. Era un sinvergüenza que se aprovechaba de mi, y aunque yo era consciente de ello, siempre le perdonaba.

Empezamos a salir, y ya al poco tiempo decidí que no me convenía y quise volver con mi estudiante.
Mi querido estudiante lo aceptó (lo que hace el amor), y tuvimos una escena muy violenta, con mi alemán en la puerta de mi casa, llamando al telefonillo y queriendo hablar conmigo etc.
Mi estudiante estaba a mi lado, y se tuvo que enfrentar con el alemán para que nos dejara en paz.

El alemán siguió insistiendo en que volviera con él, y mi estudiante no terminaba de enamorarme del todo. Así que con muchísima pena por mi parte, volví a dejarle. Reconozco que me sentí super mal por ello.

Este alemán se quedó huerfano con unos 16 años. Tenía la doble nacionalidad, y la embajada se lo llevó a un orfanato de Alemania. Posteriormente se metió en el ejército donde estuvo 7 años. Hacía poco tiempo que había regresado a España, y malvivía como podía.

En resumidas cuentas de lo tormentoso de nuestra relación, decir que en un principio vivía conmigo. Yo le encontré trabajo de profesor de alemán y empezó a tener ingresos.
Mis padres se enteraron de que vivía conmigo y le echaron de casa (mi piso lo pagaban mis padres). Empezó a vivir en pisos compartidos, y cada dos por tres tenía que cambiar de casa. El me contaba una historia (problemas con los compañeros, etc), pero poco a poco vi que era un mentiroso, y yo seguía perdonándole. Incluso le di una oportunidad una vez que me robó dinero del cajero (me faltaba del banco y cuando le dije que pondría una denuncia para saber que es lo que había pasado, me lo confesó)

Recuerdo que al final de nuestra relación, incluso tuve un amante, para ver si así tenía mas fuerza de voluntad para dejarle, porque de verdad que me resultaba complicado resistirme a sus súplicas ¡me daba tanta pena!.
Le llegue a pagar comida, alojamiento, tabaco, ropa. Siempre tenía algún problema.
Una de las veces que corté con él, fue cuando me enteré que si se había ido de su último piso, no era porque chocase con un compañero, sino porque llevaba meses sin pagar....¿Que hacía con el dinero? Es que nunca lo supe, y no lo entendía.

Me daba igual que durmiera en la calle, estaba harta, solo quería que me dejara en paz. Pero no era tan fácil.
Empezó a tocar sin parar el telefonillo de mi casa y a llamarme por teléfono. Descolgué el teléfono y desconecté el telefonillo, pero no se dio por vencido.

Consiguió que le abrieran la puerta del portal, y subió hasta arriba con un cuchillo jamonero que le habían prestado en la tienda de abajo.
Amenazaba con cortarse las venas.
Sinceramente me daba igual, de verdad. Estaba harta, y estuve a punto de llamar a la policía.
Pero la tonta de mi compañera de piso, se puso a hablar con él y me convenció para que le dejase pedir disculpas, etc.

Y le dejé hablar, y volví a darle una oportunidad.

Pero siguieron los problemas.
Conocí a un chico peruano en el parque, de cuando sacaba a pasear a mi perro (él paseaba el perro de una señora para la que trabajaba).
Hicimos amistad, pero este chico era muy latino, muy echado para delante, y acepté sus proposiciones indecentes.

Estábamos a escondidas del alemán, pero mas de una vez tenía ganas de que se enterase, para que me dejara en paz. Es que tenía una relación de amor y odio a la vez....

Volvió a cambiarse de casa, por supuestos problemas de convivencia. Pero en esta casa teníamos un vídeo que habíamos comprado a medias, y yo le exigí que lo recuperara.
Como no me hacía caso, decidí llamar a su compañero de piso para reclamarlo y me dejó alucinada con lo que me contó. Parecía ser que el muy sinvergüenza de mi novio, le debía varios meses, e incluso le había regalado nuestro vídeo como pago.
No lo soporté mas. En ese mismo momento dí de baja el móvil que se había comprado hacía un mes, y el cual estaba a mi nombre. Al poco rato me llamó para pedirme explicaciones, y volví a cortar con él.
Estaba histérica, con una crisis de ansiedad increíble, no podía dejar de llorar de los nervios. No era pena, era pánico. Tenía un miedo horrible a que volviera a insistir en que volviéramos a salir.
Pero tuve suerte. No volvió a intentarlo. Por fin había conseguido deshacerme de él.
Tardé dos años de mi vida, pero lo conseguí.
Eso sí, a costa de mis estudios. Con tantos problemas y quebraderos de cabeza, lo que menos hacía era estudiar, por lo que dejé la universidad.

Me arrepiento tanto de esta época de mi vida.......

NUMERO 7 - EL PERUANO

Nos lo pasábamos bien juntos, hablábamos mucho, pero tenía un defecto por lo que no consiguió enamorarme. Y eran sus mentiras. Mentía con mucha facilidad, pero por cosas tontas, y eso no me gustaba. Si en cosas de la vida diaria que no tenían importancia, ya le pillaba falsedades, me daba a entender, que no era del todo de fiar.

Pero me caía bien. Era muy trabajador, y admiraba todo lo que hacía para poder seguir adelante.
Se casó con una chica para conseguir la nacionalidad, pero jugó con los sentimientos de esta mujer, porque hizo que se enamorara de él, y cuando el decidió rehacer su vida, tuvo un mal divorcio.

Y con su siguiente esposa, tampoco le ha salido bien, porque le ha sido infiel, y ella lo ha echado de casa.

Y es que yo le veía venir. De siempre intuí que como amigo, esta bien, pero como novio, no se lo recomiendo a nadie....

NÚMERO 3 - MI SEMENTAL...

Durante todos estos años no perdí contacto con este chico. Me llamaba de vez en cuando para saber de mi, y siempre intentaba que quedáramos, pero yo no quería.

Cuando terminé con el alemán. se me pasó por la cabeza llamarle para vernos, y empezamos una nueva fase de nuestra relación.

La historia se repitió. Al principio tuve ilusiones de conseguir que se enamorara de mi, pero luego me rendí.
Nos limitamos a tener una relación de amistad y sexo.

Nos veíamos con mucha frecuencia, casi todas las semanas, y hablábamos a menudo por teléfono. Parecíamos una pareja normal, excepto que él evitaba todo lo que pareciera que él era mi novio. Por ejemplo, nunca conseguí presentárselo a mis amigas. No quería salir con nadie que no fuera yo.
Un año tuve una gran bronca con él por no querer venir a mi cumpleaños. Se presentó al final del mismo, cuando estábamos tomando una copa, pero le costó...

Como quedaba claro que no quería formalidades, pues yo empecé a tontear con otros chicos, e incluso salí durante un tiempo con un estudiante de arquitectura (solo le faltaba el proyecto).
El sabía que estaba con otros, aunque no le contaba con detalle con quien me acostaba o dejaba de acostarme. El en cambio, solo estaba conmigo.

Como ninguno de los ligues que tuve me llegó a gustar tanto como para dejar a mi "semental", pues seguimos con nuestra especial relación.

Con todos los hombres con los que he estado, él único con el que realmente me he entendido a la perfección en la cama ha sido con éste hombre.
Hablábamos el mismo idioma. Sabía como excitarme, y el respondía con gran pasión a mis pequeñas propuestas.

A veces teníamos conversaciones telefónicas un poco picantes, cuando ya estábamos a punto de dormirnos, y le excitaba de tal manera, que cogía el coche y venía expresamente para echar un polvo (tardaba una media hora en llegar). Y resultaba recíproco, porque el ver el efecto que yo le causaba, hacía que yo también me excitara mucho.
Una vez follamos en la calle, encima de un puente, rodeado de edificios. Yo llevaba minifalda, y el me la metió por detrás. No sé si alguien nos vio, pero que me quiten lo bailao....

Pasó el tiempo, y conocí a mi marido.
Durante mas o menos un mes, estuve con los dos (a mi marido le veía cada 15 dias), pero vi que había encontrado a mi media naranja sentimental, él que consiguió que rompiera la adicción al sexo que tenía con mi "semental".

Había estado dos años con este chico.
Pero nuestra amistad continuó. Yo ya no quería verle, por miedo a caer en la tentación. No es que salga de mi el "pecar", pero tenía miedo de que si este chico tocaba las teclas adecuadas para despertar mi deseo, cayera otra vez en sus redes, y no quería.

Pero seguiamos hablando mucho por teléfono.
Cuando le conté que me casaba, no se lo creía. Le parecía imposible que estuviera enamorada en solo 6 meses.
Y creo que en este momento vio que lo mio iba en serio, y le debió de dar algún tipo de miedo o algo parecido, porque me soltó que él en un futuro pensaba que estaría a mi lado. Y que si lo que yo quería era que nos casáramos, pues que se casaba conmigo.

¡A buenas horas! Ya era tarde.
Le invité a mi boda, pero no quiso ir....

Me mudé de ciudad al casarme, y al año, regresé para visitar a mi familia, y decidí quedar con él, para verle.
No debí de quedar a solas. Pasó lo que me temía ¡caí en sus redes!, y durante un tiempo me sentí culpable de mi debilidad sexual ante este hombre.

Pero se quedó ahí. Llevo 12 años felizmente casada. Sigo teniendo una gran amistad con este chico. Él se casó, tiene dos hijos, y las veces que nos hemos visto ha sido junto con mi marido.

Aunque mi semental, en numerosas ocasiones intenta quedar conmigo para "recordar" viejos tiempos, yo siempre le digo que no.

Siempre le suelto la misma frase:
- Tu buscas la tentación, y yo la evito.
Y es que yo para él también he sido su "diosa" del sexo, por llamarlo de alguna manera.

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