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En él cuento mi vida, pensamientos, recuerdos, un poco de todo, pero siempre con la verdad por delante y sin pelos en la lengua...

Si eres alguien con prejuicios, retrógrado, de los que pones etiquetas a las personas, puede que no te guste lo que leas.

Si tienes una mente abierta, tal vez aprendas incluso alguna cosa que no supieras, y no tengo problemas para aclarar dudas de todo tipo, siempre que esté en mi mano....

domingo, 5 de diciembre de 2010

EL SEXO Y YO

La primera vez que tuve un orgasmo, no sabría decir exactamente la edad que tenía. Tal vez 10 años, y no era consciente de lo que era, ni siquiera sabía como me pasaba.
 Tenía lugar en la piscina. Mediante una manguera entraba continuamente agua a la misma, y yo jugaba a montar a caballo sobre ella. El chorro de agua salía con fuerza, y era el que provocaba la sensación, aunque no controlaba bien la situación. Solo se que me resultaba agradable, aunque no tenía claro el por qué.

Ya desde los 7 u 8 años de edad conocía todo sobre la reproducción humana. Lo que era la menstruación, los óvulos, espermatozoides, etc. Sabía como se hacían los niños, porque mis padres me lo habían explicado, pero de una forma científica, nada de anatomía, solo teoría reproductiva, etc.
Con esto descubrí que o yo sabía demasiado, o las demás eran demasiado pavas. Y voto por lo segundo, y de ello culpo a los padres. No es normal que una niña de 10 años no sepa lo que es el periodo, puesto que muchas mujeres ya empiezan a desarrollarse con esa edad. Y he aquí la respuesta:
- En un acto de amor entre un hombre y una mujer, el pene se introduce en el interior de la vagina, donde deposita los espermatozoides.
Y ahí queda eso. Vaya con la educación sexual en la década de los 80.

Sigamos con el descubrimiento de la masturbación. En casa encontré un libro sobre sexualidad, y ahí aprendí lo que era el clítoris, etc. Tendría unos 14 años.
Pero la adolescencia es muy mala, y yo tenía las hormonas muy disparadas.
Me habían educado para llegar virgen al matrimonio, para hacerme respetar por los chicos, etc. Si te dejabas tocar por los hombres, estos te dejaban. Así que mi concepto de la relación chico-chica evolucionó de una manera especial.

Mis amigas empezaban a salir con chicos, y yo ni siquiera sabía lo que era besar, por lo que llegue a inventarme frente a ellas un novio ideal.
Mi primer beso fue a los 16 años, y sobre todo recuerdo la descarga eléctrica que sentí por todo el cuerpo.
Respecto a los chicos con los que he tenido una relación medianamente estable, que va desde un mes hasta dos años he perdido la cuenta. Al principio apuntaba los chicos con los que salía o me besaba, las fechas, etc. Pero hoy en día no recuerdo el nombre de muchos de ellos.
Lo que se dice enrollarme, solo con besos, era como un reto, una cacería. Era una forma de afianzar mi autoestima, porque como ya he dicho, siempre he tenido muchos complejos, por mi sobrepeso, mis curvas, etc.
Pero claro, tenia mis normas. Hasta los 22 años, como dije, solo besos, nada de meter mano. Pero mi norma admito que era extraña, puesto que yo no dejaba que me tocasen, pero yo si que tocaba, por lo que les ponía a 100. Era lo que se denomina una calientapollas, y me gustaba serlo, me resultaba muy excitante.

Pero tanta represión sexual hacia mi persona, tenía sus consecuencias, y es que me aliviaba la tensión mediante la masturbación, en privado. Y esa masturbación evolucionó, no solo con el dedo, sino también con la ducha y una purera de mi padre, que se convirtió en mi consolador improvisado. Y claro, este juego tuvo una consecuencia, y es que rompí mi preciado himen...

Más o menos a los 21 años, si que hubo algún chico al que le dejé tocarme, e incluso llegué a probar la penetración anal. Y es curioso,  porque aunque no  tengo malos recuerdos de esas experiencias, cuando empecé a mantener relaciones sexuales vía vaginal, las descarté de mi vida.

Lo que nunca imaginé fue en como empecé en las relaciones sexuales completas.
Soñaba con algo romántico, con amor, después de llevar bastante tiempo con el mismo chico. Pero no fue así.

Mi forma de ver el sexo y a los hombres dio un giro radical. Tomé el control total de mi cuerpo y de mis decisiones. Cuando decidiera follar con un hombre sería porque me diera la gana a mi, no por el típico chantaje del amor (si no te acuestas conmigo, es porque no me quieres). Y no solo eso, controlaba hasta el mínimo detalle el control de embarazos no deseados. Vamos, que en la vida he echado un polvo sin tomar precauciones. Ni loca se me ocurría hacerlo con la marcha atrás, metodo ogino ni nada de eso.

Mi primera vez fue con un rumano de ojos azules con el que llevaba unos dos meses saliendo, e ironías de la vida, no consigo recordar su nombre. El sabía que yo era virgen, y no me incitó a realizar la penetración, pero de repente se me encendió algo dentro y me dije a mi misma - este es el momento - Y no lo había planificado ni nada parecido. me apeteció en ese momento. Y como yo fui la que controló en un principio la situación, no sentí ningún dolor, ni nada parecido

Tras este chico, una noche en una discoteca conocí a un hombre que me sacaba 10 años, y con el que decidí acostarme. Vamos, que no hacía ni tres meses que había perdido mi virginidad y ya me estrené en el sexo de una noche.
Sobre la relación con este hombre hablaré en otro capítulo.

Tuve compañeros de cama de todo tipo. Penes pequeños y grandes, con impotencia, fimosis, de los que eran capaces de durar muchísmo, apasionados, pasivos, y respecto a las razas y nacionalidades: cubano (negro), marroquí (moro), español, peruano, rumano, ruso.
Solo besar y/o algo mas, pero sin penetración vaginal: francés, alemán, italiano.
Siempre me he quedado con las ganas de probar a un oriental.
Creo que puedo considerarme un pocninfómana. Y cuando estaba con saliendo con un hombre, solo salía con él (excepto en alguna ocasión que ya contaré).

Ha habido una pequeña consecuencia de esta promiscuidad, creo yo, y es que con unos 27 años me diagnosticaron un CIN 1, una displasia leve en el cuello del útero provocada por el virus del papiloma humano. Me asusté mucho, pero me lo curaron con crioterapia y no he vuelto a tener ningún problema al respecto.

Respecto a los métodos anticonceptivos, empecé con el preservativo, y en breve lo compaginé con óvulos espermicidad. Me daba pánico quedarme embarazada. Fui al poco tiempo a una ginecóloga por un retraso que tuve y que me dio mucho miedo, y a partir de ese momento empecé con la píldora.
Con esto quiero decir que desde que empecé con mi vida sexual activa, empecé a controlarme anualmente con un médico. Siempre he sido super responsable en este campo.

Cuando empecé a usar la píldora, si tenia una relación medianamente estable, no usaba preservativo, pero en las relaciones de una noche, siempre. Miento, hubo una vez que no pude, porque no conseguí que le entrara (nunca he vuelto a ver algo tan grande....).

Y luego viene el tema de los orgasmos.
Nunca he sido capaz de tener un orgasmo mientras realizo el coito. Nunca, en ninguna postura, y ni siquiera tocándome yo.
Al principio pensaba que era culpa del hombre y cosas así, pero pronto me di cuenta que era un problema mío, así que lo asumí. Solo era capaz de alcanzar el orgasmo mediante la masturbación, y no en cualquier postura.
Esto no quiere decir que no me me guste el sexo. Disfruto mucho, sobre todo cuando el hombre es dominante.
Bueno, realmente el juego que me gusta, es en un primer lugar, excitarle y ver como se pone a cien, para luego poseerme de una manera agresiva, pasional.

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